Con 22 habitantes (INE 2024), es el municipio menos poblado de la Comunidad Valenciana.
Se accede a esta localidad desde Castellón de la Plana tomando la CV-10, luego la N-232 y posteriormente la CV-105.
En 1237, también fueran fundados en su término, por el mismo señor, los lugares de Mola Escaboça y Vilanova, aunque estos pronto quedaran despoblados.
Unos años más tarde se integró en el dominio del monasterio de Puebla de Benifasar, en cuya tinença se mantuvo durante las épocas medieval y moderna.
En su gastronomía tradicional destacan platos con conejo, cordero a la brasa, el “tombet”, cabrito, robellones, legumbres, la “olleta”, "ternascos", quesos, embutidos, jamón.