[1] Se denomina caldoso, por cocinarse en un recipiente en el que la proporción de agua permite que tras su cocinado, exista un caldo más o menos abundante.
Es habitual esta forma de guisar el arroz en las cocinas del levante español.
El recipiente debe ser hondo, al contrario que en la paella, con el objeto de evitar una excesiva evaporación del caldo.
En la elaboración de estos arroces el caldo debe tener una cierta densidad de sabor para ofrecer, tras su cocinado, un aroma y sabor adecuados.
Este tipo de arroces se sirve caliente.