Cabezo Redondo

Se especula que las primeras investigaciones las llevó a cabo Juan Vilanova i Piera hacia 1870, aunque fue el arqueólogo José María Soler quien empezó a estudiarlo sistemáticamente en 1959 después del descubrimiento de varias piezas de metal (oro, plata, cobre, etc.), llegando en 1963 el hallazgo del Tesorillo del Cabezo Redondo, que se conserva en el Museo Arqueológico de Villena.[1]​ Ya entonces, gran parte del yacimiento se había perdido debido a las canteras de yeso existentes en la zona, aunque desde ese año se ha protegido y estudiado el área restante.El yacimiento en su origen debía de tener un tamaño considerablemente grande, extendiéndose por todo el cerro.Junto a estos banco se encontraban los hornos para trabajar el metal o el barro y los hogares para hacer la comida.Los enterramientos, se han encontrado situados bajo las casas y acompañados de un rico ajuar.
Vestigios arqueológicos hallados en el término de Villena.
Conjunto del Tesorillo del Cabezo Redondo.