Taifa de Valencia

Duraría hasta el 1238, cuando fue conquistada por Jaime I y pasó a formar parte del cristiano Reino de Valencia.

Tuvo guerras contra la taifa de Almería, cuya población le llegó a nombrar rey, pero por poco tiempo.

[7]​ Pero el rey castellano-leonés no pudo aprovechar el triunfo; enfermo, tuvo que volver a su corte, donde falleció; lo aprovechó Al-Mamún para destronar al régulo valenciano[8]​ e incorporar la taifa de Valencia a la de Toledo (1064-1075).

[12]​ En febrero del 1086 se presentó ante la ciudad, protegido por tropas musulmanas y, sobre todo, por un contingente castellano al mando de Álvar Fáñez.

[14]​ Tras la derrota castellana en Sagrajas, Fáñez se retiró de la ciudad para participar en la defensa del reino castellanoleonés.

[14]​ Esto debilitó a al-Cádir, que se vio cercado en Valencia por el emir de Tortosa y Denia.

[16]​ Muerto este en el 1090, el Cid quedó como autoridad suprema en la región, y recibió crecidos tributos de Valencia, Tortosa, Lérida, Denia, Albarracín, Alpuente, Murviedro, Jérica, Segorbe y Almenara.

[20]​ La paz se rompió cuando llegaron noticias del avance de un ejército almorávide, que alentó a los más hostiles al pacto con los cristianos.

[21]​ El Cid ordenó entonces inundar la huerta valenciana para estorbar la marcha del enemigo que, incomodado por las grandes lluvias del otoño y los problemas de abastecimiento, decidió retirarse.

[24]​ El Cid retomó Valencia por asalto, castigó severamente a los sublevados y reforzó su dominio de la región.

[28]​ Pero el imperio almorávide entró en decadencia tan rápidamente como se había constituido.

Mientras tanto, en tierras cristianas, en 1134 había muerto Alfonso el Batallador y le había sucedido su hermano Ramiro el Monje; su hija Petronila casó con Ramón Berenguer IV, que gobernó en nombre de su suegro (quien, a pesar de retirarse a un monasterio, conservó la dignidad real hasta su muerte).

Inducido por su odio a los almorávides, se puso al servicio del rey Alfonso VII de Castilla.

Pero tras la experiencia almorávide, poco afortunada en tierras valencianas, no fueran bien recibidos a la zona oriental de al-Ándalus.

Llegó a adquirir la taifa de Guadix y Baza en 1152 que previamente había atacado castellano-leoneses.

En 1156-57 se declara vasallo de Alfonso VII entregando este a Ibn Mardanis varias fortalezas.

Aprovechando la inestabilidad que causó la muerte del Rey Lobo, los cristianos intentaron hacerse con Balansiya.

Alfonso el Casto conquistó Teruel en 1171, e hizo una incursión a la ciudad de Valencia en 1172, ante la cual Abu al-Haŷŷaŷ, que gobernó hasta el 1186 sometido al califa almohade, le ofreció duplicar el tributo que su hermano le había pagado a los reyes de Aragón.

Dos años más tarde se preparó el gran enfrentamiento entre cristianos y musulmanes.

La situación de Valencia, ciudad adelantada en la frontera con los cristianos, y muy alejada de la capital almohade, motivó que sus gobernadores, Zayd Abu Abd Al·lah (de 1190 a 1213) y su hijo Zayd Abu Zayd (de 1213 a 1229) —nieto y bisnieto, respectivamente, del califa Abd Al-Mumin, fundador del imperio almohade— pudieron actuar con plena autonomía, e incluso se titularan reyes, aun cuando nunca acuñaron moneda nai negaran su sumisión al emperador almohade.

Para quitar presión, en 1225, decide hacerse vasallo del rey castellano Fernando III.

Ibn Hud al-Djudzaní sitió también la ciudad de Valencia, pero no pudo tomarla, porque la ciudad y los dominios al norte esta se mantuvieron fieles a Zayd Abu Zayd.

En 1228 recupera los castillos de Villahermosa y Bejís, plazas del norte valenciano ocupadas anteriormente por los aragoneses.

Desde Murcia, el rebelde anti-almohade Ibn Hud al-Djudzaní, había sitiado la ciudad de Valencia presionando a Zayyan para que la abandonara, pero una amenaza desde Castilla hizo que Ibn Hud se retirara a Murcia.

A cambio, el rey aragonés le dio palabra de ayudarlo y protegerlo contra todos los que atacasen sus posesiones en este reino todavía musulmán.

Este mismo año firmó un cuarto y definitivo acuerdo con Jaime I donde se confirmaban los acuerdos anteriores y convertía a toda su dinastía en vasallos de Aragón.

En 1238, Jaime I sitió la ciudad de Valencia ayudado por nobles y por el propio Abu Zayd.

Tras cinco meses de asedio, consiguió que Zayyan se rindiera, lo que se aceleró al no recibir la ayuda esperada del sultán de Túnez.

Taifa de Valencia
Fracción de dinar de Al-Mamún, rey de la Taifa de Toledo y Valencia.
Estatua del Cid .
Moneda acuñada por el gobernador almorávide Yahya ibn Ganiya entre 1145 y 1148.
Estandarte de la Dinastía Almohade .
Dírham almohade de Balansiya (siglo XII ). Museo de Prehistoria de Valencia .