La relevancia histórica de la cuenca superior se evidencia desde la época ibérica (siglos VI-I a. C.), cuando se establecieron diversos asentamientos en torno al Magro como el Cerro Santo en Requena y el Peñón de Mijares en Yátova, que muestran ocupación continua hasta la época romana.
Al llegar a Requena, el río cambia de dirección hacia el este, atravesando un profundo desfiladero entre las Sierras de las Cabrillas y Martés, y siguiendo su curso hacia la cuenca media[6][4][7].
Estas zonas de secano son importantes en la producción vitivinícola en lugares como Turís.
En este punto, el río también recibe al río Buñol, su afluente más significativo por la izquierda, que contribuye a estabilizar y enriquecer el caudal en esta sección media del Magro.
Este tramo presenta formaciones kársticas como campos de lapiaz y cuevas, entre las cuales destaca la Cova Fumá (término valenciano que significa "ahumada"), donde se inician las acequias principales mediante un azud.
Esta diversidad de nombres refleja la heterogeneidad del río, que nunca fue una ruta homogénea en toda su extensión.
[5] En la época romana, el tramo inferior del Magro, especialmente en el "Valle de los Alcalans" hasta su desembocadura en Algemesí, fue atravesado por la Vía Augusta, la calzada más larga de la península ibérica.
Este importante camino, que evitaba las zonas de llanura al seguir la margen derecha del Magro, conectaba rutas comerciales y militares.
[16][15] En el siglo XX, el río Magro experimentó un notable deterioro ambiental debido a la industrialización, especialmente por los vertidos de fábricas de madera y cooperativas vinícolas en la cuenca media-alta.
[14][17] El río Magro presenta un carácter torrencial que ha provocado problemas de desbordamientos en numerosas ocasiones.
En marzo de 2022, lluvias intensas dejaron hasta 279 l/m2 en solo 24 horas, lo que causó el desbordamiento del Magro y cortes en la carretera N-III en Utiel.
[18] Más recientemente, en octubre de 2024, una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) afectó gravemente la Comunidad Valenciana, provocando graves inundaciones en la Ribera Alta.