Marcelino de Unceta

[2]​ La calidad en la representación de caballos y toros le hizo cobrar fama, tanto en dichos carteles, como en los cuadros de escenas militares, género en el que fue un consumado artista.

Comenzó trabajando como ilustrador en publicaciones periódicas.

En 1879 creó el que está considerado el primer cartel taurino, especialidad en la que destacó con la colaboración del taller de litografía de su amigo oscense, Eduardo Portabella.

En relación con las artes decorativas, tan en expansión a finales del siglo XIX y principios del XX, destacó también por diseñar el telón de boca del Teatro Principal de Zaragoza (hacia 1877) que aún se puede contemplar en la actualidad en su emplazamiento original.

En su actividad pictórica, fue un hábil pintor de costumbres militares, abundando en desfiles, maniobras y batallas de dibujo esmerado y factura realista, al modo del artista francés Meissonier.

Marcelino de Unceta.