Situado a 714 metros de altura sobre el nivel del mar, fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931.
Se estima que el poblado debió de ser violentamente destruido en torno al 330 a. C., probablemente a causa de alguna acción bélica, por lo que solo estuvo ocupado durante dos o tres generaciones.
En el recinto del poblado se encontró en 1931 una figurilla ibérica de bronce que representa un guerrero a caballo, datada en el siglo V o IV a. C., llamada comúnmente como el Guerrero de Mogente.
La villa fue conquistada a los árabes por tropas castellanas comandadas por el infante Alfonso, futuro Alfonso X el Sabio, lo que provocó numerosas tensiones con la Corona de Aragón por incumplir el Tratado de Cazola.
La localidad fue repoblada en 1303 por Gonzalo García, consejero del rey Jaime II.
Otro plato típico es la gachamiga, y también destacan las farinetas, una sopa de ajos tiernos.