Chufa de Valencia

El cultivo de la chufa (Cyperus esculentus, llamada comúnmente «juncia avellanada») fue introducido en la actual Comunidad Valenciana durante la dominación musulmana en el siglo VIII aunque no fue hasta el siglo XIII cuando su cultivo se generalizó apareciendo en ese momento las primeras referencias a una bebida elaborada con este tubérculo, la leche de chufas, antecesora de la actual horchata.

El SEGUNDO DOCUMENTO que se conoce es el del ilustre médico medieval Arnau de Vilanova con una receta contra la “infirmitates emorroydarum” (hemorroides): “…comendatur in ieiuno (ieiunum-ayunas) XXX vel XL radicule que dicuntur vulgariter xufles…” (recomendamos en ayunas 30 o 40 raíces, llamadas vulgarmente chufas).

Según estudio realizado por un equipo científico de la Universidad de Valencia, señala los grandes beneficios terapéuticos de la chufa, entre los cuales se pueden destacar los siguientes: Proporciona protección cardio-vascular, contribuye a disminuir el colesterol y los triglicéridos, aporta enzimas, aminoácidos, minerales, vitaminas y fibra.

Si no se le añade azúcar es recomendable incluso para los diabéticos obesos, por su contenido en arginina.

Puede considerarse un refresco natural que ocupa altamente un puesto en la “dieta mediterránea”.

Campo de chufas en Alboraya