[1] Las artes decorativas incluyen procedimientos y técnicas como la cerámica, el mosaico, la ebanistería, la orfebrería, la glíptica, el esmalte, la taracea, la metalistería, el textil, la tapicería, la corioplastia o la vidriería.Cabe también valorar la estrecha relación entre las artes decorativas y la cultura popular, que a menudo ha tenido en este medio su principal vía de expresión.Así, la producción de objetos englobados en este término debe tener en cuenta la finalidad del producto (enseres, vestidos, utensilios, mobiliario) tanto como su aspecto formal.Así, por lo general, se les considera artesanos, aunque hay que tener en cuenta diversos matices: decía Horst Waldemar Janson que un artista es un «creador» y un artesano un «hacedor»;[24] sin embargo, muchos hacedores ejercen también de creadores cuando realizan sus propios diseños o introducen novedades técnicas o estilísticas en sus obras.[77] Los egipcios lograron grandes avances técnicos, especialmente en orfebrería, como en el batido del oro, el cincelado, el grabado a buril, el granulado y la incrustación.[86] Las artes decorativas adquirieron por primera vez una autonomía propia, desvinculada del marco arquitectónico que condicionaba las realizaciones egipcias o mesopotámicas.En España surgió el bargueño, cofre rectangular con asas, con numerosos cajones y compartimentos, así como el sillón llamado frailero (o misional en Hispanoamérica).Las técnicas más empleadas fueron el aguafuerte y el grabado a punta seca,[158] En el siglo XVII en las que destacaron Guido Reni, Claude Lorrain, Abraham Bosse, Jacques Bellange, Jacques Callot, Peter Paul Rubens, Lucas Vorsterman I, Anton van Dyck, José de Ribera, Francisco Ribalta, Francisco Herrera el Viejo y, especialmente, Rembrandt.Las artes decorativas tuvieron especial relevancia, ya que el rococó fue un arte de aire burgués dedicado a la ostentación y el lujo.[176] La ebanistería retornó a formas más clásicas, representada principalmente en el Reino Unido por Robert Adam, George Hepplewhite y Thomas Sheraton.[187] La arquitectura historicista se basó en el eclecticismo y en el revival de estilos anteriores reinterpretados según conceptos modernos, lo que produjo movimientos como el neorrománico, el neogótico, el neobarroco, etc.Esta corriente defendía una revalorización del trabajo artesanal y propugnaba el retorno a las formas tradicionales de fabricación, estipulando que el arte debe ser tan útil como bello.En 1888 fundó la Guild and School of Handicraft en Toynbee Hall (Londres), donde diseñó mobiliario, platería y metalistería en un estilo cercano al modernismo.En la década de 1890 se recibió la influencia modernista, pero poco después Philip Webb retornó a un estilo más rústico y austero.[206] En el siglo XX las artes decorativas tuvieron una rápida evolución, marcada por el uso de nuevos materiales y tecnologías más avanzadas.[215] El grabado fue practicado por numerosos pintores, como Pierre Bonnard, Maurice Denis, André Derain, Max Slevogt, Henri Matisse, Marc Chagall, Vasili Kandinski, Paul Klee, Pablo Picasso, Joan Miró, Salvador Dalí, Willem de Kooning, Jackson Pollock, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Eduardo Chillida y Antoni Tàpies.[216] En 1925 se celebró en París la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes, que supuso el punto de arranque del art déco.Este estilo, que perduró hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, supuso una revolución para el interiorismo y las artes gráficas e industriales.Gropius rechazaba la producción industrial, con una postura cercana al movimiento Arts & Crafts, y defendía el trabajo cooperativo, así como la responsabilidad social del diseñador.En esta escuela destacaron creadores como László Moholy-Nagy, Oskar Schlemmer, Johannes Itten, Paul Klee, Josef Albers, Vasili Kandinski, Lilly Reich, Gerhard Marcks o Wilhelm Wagenfeld.Tomó el relevo la Bauhaus, donde el diseño industrial pasó al ámbito académico, y sus postulados fueron igualmente adoptados por la arquitectura racionalista (o Estilo Internacional).[230] En Estados Unidos fue pionero Frank Lloyd Wright, hasta la eclosión del diseño en los años 1930 con figuras como Henry Dreyfuss, Raymond Loewy y Walter Dorwin Teague.Estilísticamente, al inicio del siglo continuó predominando el arte posmoderno, aunque también se notó la influencia de movimientos arquitectónicos como el high-tech y el deconstructivismo.En el interiorismo se denotó asimismo una mayor preocupación por la sostenibilidad medioambiental y un gran auge del uso de nuevas tecnologías.Se caracteriza por su cerámica decorada con motivos dentados hechos con peines o púas, así como objetos de obsidiana y conchas.[251] En América del Norte vivieron diversas tribus adaptadas a los múltiples hábitats de este continente, tales como regiones árticas, selvas, desiertos, bosques y praderas.[252] El arte chino ha tenido una evolución más uniforme que el occidental, con un trasfondo cultural y estético común a las sucesivas etapas artísticas, marcadas por sus dinastías reinantes.[261] El arte japonés se divide en períodos históricos: Jōmon (5000-200 a. C.), Yayoi (200 a. C.-200 d. C.), Kofun (200-600), Asuka (552-646), Nara (646-794), Heian (794-1185), Kamakura (1185-1392), Muromachi (1333-1573), Momoyama (1573-1615), Edo (1615-1868) y Meiji (1865-1911).En Japón, durante el período Jōmon, se produjo la cerámica más antigua producida por el ser humano (7000 a. C.), hecha a mano y decorada con incisiones o impresiones de cuerda.[286] Otro terreno de relevancia fue la corioplastia, especialmente en Córdoba, donde se creó la técnica del cordobán, que junto al guadamecí fueron las principales modalidades producidas en la España musulmana y exportadas a toda Europa.
Cama con forma de carro triunfal a la romana (
c.
1804-1830), caoba, chapa de palma de caoba, limonero de Ceilán, pino, roble y madera dorada y pintada,
Museo del Diseño de Barcelona
Habitación egipcia
, del libro
Household Furniture & Interior Decoration
, de
Thomas Hope
,
Londres
(1807). En esta obra Hope acuñó el término «decoración de interiores», dando inicio al
interiorismo
[
179
]
Alegoría de la III Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona
(1890-1903), de
Antoni Rigalt
, vidrio emplomado con pintura de grisalla y esmalte,
Museo del Diseño de Barcelona