El estilo trovador (en francés, Style troubadour) fue un movimiento artístico desarrollado en Francia entre 1805 y 1835 en literatura, pintura, arquitectura y artes decorativas.
Dentro de la pintura romántica francesa se caracteriza por tratar temás históricos que evocan el pasado no clásico; sus anécdotas son edificantes.
Toma sus técnicas de la pintura holandesa del siglo XVII: factura lisa, descripción minuciosa de los detalles y el carácter intimista de las escenas familiares.
Tuvo un enorme éxito debido a su tema emotivo.
Entre los pintores que cultivaron este estilo, cabe mencionar: También hubo escultores trovadores, como Carle Elschœt y su Tombeau du général de la Ferrière, iglesia de Santo Tomás de Cantérbury en Vallery, cerca de Sens.