Es conocido especialmente por sus frescos, textiles, miniaturas y trabajos en metal, muchos de los cuales se conservan en monasterios e iglesias.
[3] La incorporación de elementos del arte y arquitectura coptos al Islam comenzó ya en el siglo VII.
En los últimos silos el principal medio expresivo han sido los iconos, que preservaron los aspectos más tradicionales.
Los iconos coptos se relacionan más con la verdad religiosa y la belleza que con el realismo, la idea de profundidad o perspectiva.
Igual que en la tradición bizantina, las figuras se muestran frontalmente, mirando rectamente al observador.
En la época contemporánea los iconos coptos no se exhiben únicamente en iglesias, sino también en los hogares y altares de oración.