La posterior dinastía sasánida duraría cuatrocientos años, gobernando un territorio que se corresponde a los países actuales de Irán, Irak, y gran parte de la zona al este y al norte del moderno Irán.
Los relieves en roca debieron ser muy inferiores en número respecto a los interiores en escayola, pero de estos últimos quedan muy pocos.
[3] Hay importantes relieves en roca, y continuaron la tradición parta de decoración en estuco moldeado, incluyendo también grandes escenas figurativas.
[2] En esta época son raras las esculturas esentas, en comparación con lo que ocurrió en tiempo de los partos.
La estatua colosal de Shapur I (r. 240–272) es la única y sobresaliente excepción que queda en la actualidad.
[9] Los siete relieves sasánidas, cuyas fechas aproximadas van desde 225 a 310, muestran escenas de investidura y batallas.
Los relieves datan principalmente de alguna fecha entre el siglo III y comienzos del IV.
Representan a Ardashir I con el dios Ahura Mazda, cada uno de ellos en perfil estricto y del mismo tamaño.
Esta práctica posiblemente se adoptó para rivalizar con la misma costumbre procedente del mundo grecorromano, a pesar de que en aquella época Roma y la Persia sasánida eran rivales.
Se sabe que Mani fue pintor de alguna fama, aparentemente para pinturas en tablero o miniaturas en libros.
Amplias áreas de pinturas murales sobreviven en palacios y casas particulares, que actualmente se conservan, principalmente, en el Museo del Hermitage o en Taskent.
Los temas son semejantes a otros en el arte sasánida, esto es, reyes entronizados, hazañas, batallas, y bellas mujeres, y hay ilustraciones de épica persa e india, así como una compleja mezcla de deidades.
[14] Los frescos en Dura Europos, en la frontera entre el Imperio romano y la Persia sasánida, también son relevantes, con muchas figuras con vestimenta persa.
En Bishapur han sobrevivido suelos de mosaico en un estilo amplio grecorromano, y probablemente estuvieron difundidos en otros lugares pertenecientes a la élite, quizá elaborados por artesanos procedentes el mundo griego.
Los sasánidas desarrollaron aún más las bóvedas y los arcos usados por los partos, habitualmente con una gran abertura a un lado de la sala, al estilo iwan.
Taq-i Kisra, el palacio en Ctesifonte, está dominado por una sala con arco, en la que aún se conserva gran parte de la enorme bóveda.
Aunque esto probablemente se necesitaba para planear estas ciudades en el estilo sasánida.
Las facilidades urbanas rectangulares son por tanto consideradas como un sistema de planeamiento urbanístico sasánida alternativo.
Bishapur parece haberse desarrollado por artesanos romanos, puesto que el palacio local está decorado por mosaicos de estilo helenístico.
Las monedas son una fuente particularmente importante por una razón destacada; pueden datarse con facilidad, proceden de todos los períodos del Imperio sasánida.
En la parte trasera hay varias escenas, incluyendo una investidura o un altar, sobre los cuales arde una llama de fuego eterno.
En el período posterior los diseños son a menudo altamente estilizados y han sido documentados parcialmente.
Muchos pueden encontrarse cerca de los montes Urales en Rusia y probablemente se comerciaban en esa zona.
El propósito original, su función y autoridad de estas conchas permanecen por lo tanto ocultos.
Las telas sasánidas fueron famosas, y quedan fragmentos, en su mayor parte con diseños basados en animales en compartimentos, en un estilo que perduró mucho tiempo.
Sin embargo, la valoración de esta obra de arte presenta muchas dificultades para la investigación, pues quedan pocas telas que se remonten a la época del Imperio sasánida en sí mismo y los hallazgos fuera del imperio (p.e.
Especialmente cuando las telas están decoradas con modelos de animales heráldicos, se suele asumir que tiene origen sasánida.
Son típicos los pavos reales, carneros y otros animales colocados solos o en parejas, dentro de una escarapela.
[2] La cerámica sasánida no parece haber sido usada por las élites, y es en su mayor parte utilitaria.
Especialmente en Asia central, como en Sogdiana, los métodos y las costumbres artísticas son directamente atribuibles a los sasánidas.