Ya antes del papado de Urbano VIII, bajo el que concluyó la obra de la basílica, se venían utilizando en su interior baldaquinos temporales durante la cuaresma y otras celebraciones eclesiásticas.
[2] En realidad la Antigua Basílica de San Pedro había tenido doce columnas salomónicas formando una pantalla ante el altar.
De las dos restantes una se perdió y la última forma parte del Tesoro (junto a la Sacristía), y es conocida como colonna degli ossessi («de los poseídos»), pues, siempre según la tradición, es aquella en que Jesús se apoyó al predicar a los doce años, y se creía en la Edad Media que tenía poder para expulsar a los demonios durante los exorcismos.
A lo largo de su carrera sus obras siempre tuvieron una gran carga escenográfica, circunstancia que probablemente fue muy tenida en cuenta por Urbano VIII, que buscaba magnificar su imagen personal junto a la de la Iglesia católica en un período muy convulso para la misma.
Por eso la obra está llena de simbolismo, como la asimilación del templo de Salomón para la fe católica a través de sus columnas y el vínculo que crea entre la bóveda celeste representada por la cúpula, la autoridad papal y expresamente la suya personal, y el apóstol que subyace en la cripta, todo ello en el mismo eje vertical.
Otros artistas contribuyeron a la decoración escultórica, como su hermano Luigi Bernini, Stefano Maderno, François Duquesnoy, Andrea Bolgi y Giuliano Finelli.
El dosel cuenta con cuatro cornapuntas realizadas por Pietro Bernini y Borromini.
Supone una gran innovación en cuanto a materiales y diseño que marcaría el curso del estilo barroco.
Sus columnas salomónicas, que se empleaban en esta obra por primera vez desde la antigüedad, así como la densa decoración con pámpanos y otros elementos vegetales fueron fuente de inspiración para infinidad de obras barrocas en adelante, superando la controversia inicial generada como consecuencia del daño causado en el Panteón.
De hecho a raíz de este expolio se popularizó la locución Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini (Lo que no hicieron los bárbaros lo hicieron los Barberini).