Catafalco

Cayeron en desuso a lo largo del siglo XX, optándose por plataformas mucho más sencillas que meramente sostienen el féretro.

Del italiano catafalco, y éste del latín vulgar catafalicum, a su vez de: El catafalco solía tener una base rectangular o poligonal y elevarse varios centímetros del suelo, a veces trasformándose en estructuras piramidales y escalonadas de varios metros o incluso en pequeños templetes.

Los materiales eran casi siempre peribles, maleables y poco costosos, como madera, yeso o cera, que con frecuencia se recubrían con suntuosas telas.

[3]​ Sin embargo, es a finales del siglo XVII, en época barroca, cuando los catafalcos adquieren en Europa proporciones monumentales, siendo además decorados con gran profusión y detalle, por lo que pueden llegar a considerarse ejemplos de arquitectura efímera.

En otros casos el catafalco se erigía para honrar al difunto, sin que por ello contuviera sus restos, tal es el caso de los catafalcos erigidos en las iglesias para conmemorar la muerte de soberanos.

Catafalco de Pío IX en la Capilla Sixtina , 1878.
Catafalco y castrum doloris en honor al duque de Brunswick-Luneburgo en Celle (1705).
Funerales del presidente Sadi Carnot en el Panteón (1894). El catafalco se aprecia al fondo, en el interior del templo.