En Tessin (1919), pasó las vacaciones con Rilke, Ferrucio Busoni, Hermann Hesse y Jeanne Bucher, mientras realizaba su segunda exposición en Zúrich.
Realizó, además, un gran mural para el ahora desaparecido, castillo de Villeflix.
En este tiempo su hermano André construyó Villa Seurat, mientras Jean se centraba en su sexto tapiz, Les Arabes, una pieza de 12 metros cuadrados influida por sus últimos viajes.
Su reconocimiento público y de la crítica comenzó a ser palpable en este año.
Realizó también las ilustraciones para Les Limbes, obra de Charles-Albert Cingria, que editó Jeanne Bucher.
En 1932, Jeanne Bucher publica ocho dibujos a pluma de Lurçat (pour prendre congé PPC).
En diciembre, participó con Matisse, Picasso, Braque, Derain y Raoul Dufy en la exposición Sélections, organizada en Nueva York por la Valentine Gallery.
En 1936 expuso en Londres y lanzó su primer tapiz ejecutado en la Manufacture Royale des Gobelins: Les Illusions d'Icare (3,30 × 3,50 metros, Colección Real de Holanda).
El año 1937 será el del encuentro con François Tabard y el nacimiento de grandes tapices: Le Bosquet (2,00 x 2,50 m.) y Les Oiseaux, tejidos en el taller-escuela de Aubusson; Forêts, segundo tapiz tejido en los Gobelinos (2,60 x 4,00 m,).
Desarrolló entonces una nueva técnica para los tapices: cartones numerados, paleta reducida y un tejido de punto más ancho.
En los Estados Unidos, Víctor, su hijo adoptivo, se dedica a las redes clandestinas que operan en Francia.
Lurçat permanece en la abadía benedictina de En Calcat e inició a Dom Robert en la tapicería.
Ese mismo año se unió a la resistencia comunista francesa (Tristan Tzara, André Chamson, René Huyghe, Jean Cassou).
Ese mismo año participó en la exposición La Tapisserie du Moyen Âge à nos jours, que recorrió Europa (París, Ámsterdam, Bruselas y Londres).
Ese mismo año se publicaron tres obras de Lurçat sobre la técnica del tapiz.
Entre los numerosos tapices que realizó en estos dos años, destacaron Les Loups dans la Bergerie y La Conquête de l'Air.
A la vuelta, tras eponer en Suiza, siguió rumbo por toda Europa y Estados Unidos (1957).
En 1960, una serie de joyas diseñadas por Jean Lurcat, las realizó el maestro joyero, Gilbert Albert, para Patek Philippe, piezas que se expusieron en Ginebra.
[3] Desde 1951, Lurçat mantuvo regularmente en Sant Vicens (Perpiñán - Pirineos Orientales), un taller de cerámica creado por Firmin Bauby.
A su vuelta trabajó en Ornomentos Sagrados (4,40 × 10,50 m), décima y última pieza de Chant du Monde que será finalizada tras su muerte.
En su tumba, un sol tallado en piedra con el lema «C'est l'aube» (Es el amanecer), las dos primeras palabras que había grabado en su espada de académico: «C'est l'aube d'un temps nouveau où l'homme ne sera plus un loup pour l'homme…» (Es el amanecer de una nueva era en la que el hombre ya no será más un lobo para el hombre ...)