Diseño danés

Kaare Klint enseñaba el funcionalismo basado en el tamaño y las proporciones de los objetos, ejerciendo una influencia considerable.

Finn Juhl mostró un planteamiento individualista del diseño de sillas con un aspecto atractivo pero funcional.

Poul Kjærholm, Verner Panton y Nanna Ditzel siguieron su ejemplo unos cuantos años más tarde, continuando la exitosa historia del diseño danés.

Kjærholm trabajó principalmente el acero y el cuero, Panton se fue de Dinamarca durante los años 1960 para continuar diseñando sillas de plástico imaginativas pero muy poco convencionales, mientras que Nanna Ditzel, que también tenía un estilo individualista, tuvo éxito contribuyendo a renovar el diseño de mobiliario danés durante los años 1980.

El diseño de mobiliario danés no consiguió hacer ninguna contribución importante en los años 1970 y 1980.

El estudio Bernadotte & Bjørn, fundado en 1950, fue el primero en especializarse en diseño industrial, con un énfasis en las máquinas de oficina, los electrodomésticos y los artículos funcionales, como la jarra-termo.

En el mismo periodo, la compañía Stelton colaboró con Arne Jacobsen y Erik Magnussen para producir su conocido frasco de vacío, que fue un enorme éxito internacional.

Además, como parte de su política comercial e industrial, el Gobierno danés ha lanzado la iniciativa DesignDenmark, que tiene como objetivo reposicionar el país en la élite del diseño internacional.

Silla de Hans Wegner en el Centro Pompidou , París
La Silla Ant de Arne Jacobsen, 1951
Jarra-termo de Bernadotte, 2004
La Casa de la Ópera de Sídney, Jørn Utzon, 1973