por extensión, a veces se habla de tímpano en un gablete, aunque no haya referencia horizontal.
[1] También por extensión se habla de tímpano sobre ventanas, aun cuando el arco sea meramente ornamental.
[4] Etimológicamente, el término (en latín: tympanum[5], en griego antiguo: tumpanum[6]) designa un tambor, es decir, una membrana estirada a través de una abertura (en anatomía como el tímpano, la membrana fibrosa que separa el oído externo y el oído medio).
Algunos idiomas, como el español, utilizan el término luneto, lo que es impropio si se considera la forma (media luna) porque allí no hay ninguna abertura perforada.
Inicialmente, los tímpanos estaban llenos de poderosos relieves, como los que datan poco después del 600 a. C. El templo de Artemisa fue erigido en Corfú y representa en el medio del tímpano oeste a Gorgona y sus hijos flanqueados por panteras en el medio.
En la enjuta del tímpano se representan escenas más pequeñas, como Zeus lanzando rayos en una lucha contra los gigantes.
La disposición de las escenas allí representadas conduce a su confrontación por superposición (paralelismos) o rotación (simetrías).
Las representaciones figurativas no aparecieron en los tímpanos alemanes hasta 1230, con la transición del románico al gótico.