Por lo demás, el Pórtico originalmente estaba policromado, pero hoy solo quedan restos de la pintura en algunos puntos.
Las esculturas del Pórtico de la Gloria pueden considerarse protogóticas pues las figuras están representadas de forma individualizada y son expresivas, anunciando la escultura que se desarrollaría plenamente en los siglos XIII y XIV.
Verticalmente, la franja inferior está formada por las basas de las columnas, decoradas con animales fantásticos; la franja media está formada por columnas que sustentan las estatuas adosadas de los apóstoles; y la superior por los arcos que coronan las tres puertas.
Esta es la primera vez que se representa en la península ibérica este tema en la iconografía religiosa.
La columna reposa sobre una base en la que hay una figura con barba recostada sobre el pecho (quizá una imagen de Noé) y dos leones.
Durante siglos fue costumbre que los peregrinos que llegaban a Santiago y accedían a la catedral tocaran el pie izquierdo del santo, simbolizando así el final de su camino.
Así se quería representar el maestro Mateo ahora, humilde y arrepentido por pretender retratarse junto a Dios.
Todos ellos están coronados con su respectivo capitel en el que se representan diferentes animales (aves, casi siempre con cabezas humanas y otras cabezas de animales) y motivos de hojas.
A la izquierda, el cielo con los elegidos, con figuras de ángeles con niños que simbolizan las almas salvadas.
Tanto Adán como Eva aparecen sin corona porque ya pecaron y perdieron su inocencia.
Debajo de la estatua del profeta Joel hay una columna con palomas picando en las uvas, dos centauros, cuatro guerreros y dos leones.
Los tres pilares del pórtico están sustentados sobre fuertes basamentos en los que se representan grupos de diversos animales: seis águilas, un oso, cuatro leones y dos animales indeterminados, así como tres cabezas humanas con barba.
Otras fuentes le dan una interpretación apocalíptica, con guerras, hambre y muerte (representadas por las bestias), situaciones que solo se pueden salvar gracias a la inteligencia humana (las cabezas de los hombres ancianos).. Hay constancia de modificaciones sobre la obra original.