Redoma es una vasija de pequeño tamaño, originalmente cerámica y luego de vidrio, ancha en su base y que se va estrechado hasta la boca.
Útil para escanciar líquidos, está provista de un asa, aunque existe la redoma sin asa, denominada limeta.
Para Corripio es receptáculo, sinónimo de vasija, frasco, botellón.
Existe una amplia serie de cuadros del XVII y el XVIII que con el título general aproximado de San Francisco recibiendo la redoma sagrada, recogen el episodio contado por el humilde santo de Asís.
En ellos la redoma sirve de recipiente a la 'mística pureza' invocada por Francisco.