Antonio de Arfe

Desde Sevilla hizo un breve viaje a Perú en 1535;[1]​ ya de vuelta, en 1539 le encargaron la custodia para la Catedral de Santiago de Compostela, que concibió a la manera plateresca de superposición de templetes y con columnas de candelabro (el mismo año se comenzaba en Zaragoza una muy semejante por Forment y Lamaison); similar será la custodia de Medina de Rioseco (1554) y dentro del mismo tono estará el resto de la producción de Antonio.

Desplazado por la competencia que le hacía en León su primo Enrique Belcove, se estableció en Sevilla en 1546,[2]​ un lugar muy a propósito para un orífice como él, y desde 1550 en Valladolid;[3]​ finalmente se vino a Madrid.

También hizo una arquilla de ébano, jaspe y plata para la Duquesa de Alba en 1571.

Casado con María de Betanzos y Villafañe hacia 1530, tuvo un hijo, Juan de Arfe y Villafañe (1635-1603), que recibió una mayor formación humanística y escribió sobre modelos y teorías artísticas de escultura, arquitectura y orfebrería, al que añadió dos hermanos, Antonio y Enrique, y una hermana.

[4]​[5]​ Antonio tradujo en verso las fábulas de Esopo