Un exclave del municipio al sureste se encuentra en la comarca adyacente de Montes Torozos.
Medina de Rioseco, a pesar de no presentar una precipitación anual promedio muy abundante y a presentar sequía estival, tiene un clima Cfb[2] (templado sin estación seca) en transición a un clima Csa y Csb según la clasificación climática de Köppen modificada.
Esta clasificación como un tipo de clima oceánico se debe a que aunque la precipitación en el mes más seco del verano es inferior a 40 mm, no es inferior a 1/3 de la precipitación del mes más lluvioso de la mitad invernal del año.
[5] Los vestigios más antiguos de Rioseco corresponden a la Edad del Hierro y la época celtibérica.
A mediados del siglo IX y durante todo el siglo X esta zona es un territorio de colonización del reino astur-leonés, al que también acuden mozárabes andalusíes.
Alfonso X el Sabio, en 1258, fijó los límites definitivos con Valladolid quedando para Medina los Montes de Torozos.
Se construyen los cuatro mayores templos riosecanos, salen hacia América numerosos habitantes que dejan cuantiosos donativos y herencias a la ciudad y sus parroquias.
Cuentan las leyendas que la situación se resolvió por la vía del entendimiento, gracias a la mediación de la condesa de Modica, esposa del almirante don Fadrique II.
Falleció en 1739 y se mantuvo en la familia únicamente la sucesión ducal, hasta el año 1797, en que, muerto el poseedor, revirtió a la Corona.
Es un momento de apogeo económico, por las novedades introducidas en las explotaciones agrícolas por los ilustrados.
Su estilo es Gótico tardío, con añadidos renacentistas y barrocos, como la torre, reconstruida en 1700 al venirse abajo la anterior.
En su interior se conservan las firmas de los constructores que tomaron parte en la misma.
Comenzó a construirse al mismo tiempo que finalizaban las obras de Santa María, en estilo gótico, pero sus trabajos se alargaron hasta el Barroco, momento en que se cerraron las bóvedas.
La fachada norte pertenece al gótico tardío, y la principal es clasicista, de fuerte impronta herreriana.
Las bóvedas fueron realizadas con labores de yeserías policromadas, durante el Barroco, por Felipe Berrojo.
Sustituyó a otro templo anterior, que poseía una torre con un reloj, del que tan sólo se conserva una de las capillas, de estilo gótico primitivo y que se encuentra hoy empotrada en una vivienda del lado izquierdo de la plaza.
La fachada es su elemento más singular; recrea el diseño del arquitecto italiano Jacopo Vignola para la iglesia del Gesù, de Roma, aunque con influjos herrerianos que aportan cierta severidad.
El interior se encontraba en siglos pasados ricamente adornado con retablos barrocos, una lámpara de grandes dimensiones, enterramientos, etc., convirtiéndose gracias a numerosos riosecanos desplazados a Las Indias, en la parroquia más rica de la ciudad.
A finales de los años 1960 sufrió un grave incendio y en 1974 su fachada principal tuvo que ser sujetada con enormes contrafuertes al amenazar con venirse abajo.
Esta dolencia ya la venía sufriendo desde siglos atrás, cuando tras el terremoto de Lisboa, tuvo que desmontarse el coro, construir una nueva tribuna para el órgano y cerrar los arcos de las primeras capillas laterales.
Su reconstrucción fue llevada a cabo por los arquitectos José Ignacio Linazasoro y Salvador Mata Pérez.
En 1996 se restauró el atrio y se eliminaron los antiguos leones de piedra que marcaban el límite jurisdiccional de la parroquia en épocas anteriores, colocándose una lápida con una inscripción errónea en latín.
Hoy alberga el Museo de Semana Santa y conserva en su interior varios retablos procedentes del mismo templo.
Del antiguo castillo, que se localizaba sobre un cerro, al suroeste de la población, dominando el cauce del río Sequillo, no queda hoy ningún resto.
Se encontraba frente a la iglesia de San Francisco fundada así mismo por este almirante y que fue además el panteón familiar.
En abril se celebra San Marcos, patrón de los carniceros, con una fiesta gremial.
En diciembre se celebra San Juan de la Cruz con una fiesta organizada por la cofradía titular.