El ágata no es un mineral específico, sino un conjunto de variedades microcristalinas del cuarzo (sílice).
[4][5] Muchas ágatas son huecas, ya que a menudo no se deposita la cantidad suficiente de solución silícea como para llenar toda la cavidad.
En estos casos, la última deposición suele ser cuarzo o amatista, y se produce de forma tal que los cristales apuntan al interior del hueco.
El ágata, y las variedades de que es tipo, han suministrado las piedras duras más adecuadas para el grabado.
La cabeza tiene un relieve muy particular y la piedra está montada en un magnífico engarce de oro esmaltado.
Otra figura en ágata calcedonia representa el toro dionisíaco, el cuerpo ceñido con una guirnalda de hiedra, la cabeza baja y el tirso a sus pies.
Miguel Ángel pintó al fresco en la Capilla Sixtina una Judit entregando a su sirvienta la cabeza de Holofernes.
El grabador se inspiró en la obra de Miguel Ángel y el grabado, por tanto, es posterior a este ilustre artista.
[6] Industrialmente se utiliza principalmente para realizar ornamentos de distintos tipos: pines, broches, pisapapeles, etcétera.