Aunque nacido y criado en Francia, desarrolló casi toda su carrera profesional en los Estados Unidos, donde tuvo una influencia muy importante en incontables aspectos.
[1][2] En 1990 la revista Life le incluyó en su lista de «Los 100 norteamericanos más importantes del siglo XX».
Su primer logro fue el exitoso diseño de un aeromodelo, con el que ganó la Copa James Gordon Bennett de la especialidad en 1908; al año siguiente vendió los derechos del avión llamado Ayrel.
Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en el ejército francés, tras lo que emigró a los Estados Unidos en 1919, país cuya nacionalidad adquirió en 1938.
Studebaker también adoptó su nuevo y sencillo logotipo, reemplazando el que había usado desde principios de siglo.
La misión Skylab, desarrollada entre 1974 y 1978, probaría la capacidad del ser humano de permanecer por largos periodos en órbita.
Con materiales, estética y técnica revolucionaria, el diseñador daría un gran paso hacia la arquitectura del mañana.
The Locomotive: Its Aesthetics (1937), la autobiografía Never Leave Well Enough Alone (No deje nunca las cosas como estaban) (1951, reeditado en 2002) e Industrial Design (1951).