Para su poder, el Avanti contó con el viejo pero potente motor de ocho cilindros (V8), diseñado por la misma Studebaker.Con ayuda de la leyenda del automovilismo Andy Granatelli, Studebaker desarrolló un motor R-3 para el Avanti.Para cuando terminó, Granatelli estableció o rompió 34 marcas de velocidad de Estados Unidos en el Avanti, permitiendo a Studebaker proclamarse orgullosamente como el fabricante del auto más veloz del mundo.Una versión del motor Studebaker v8 que no salió a la venta fue el desarrollado por Granatelli, el experimental R-5.Desafortunadamente, Granatelli no tuvo suficiente tracción en la carrera efectuada en Bonneville, alcanzando una velocidad máxima de 316.55 km/h (196.62 M/h).El Avanti fue fuertemente promocionado y muchos entusiastas compradores hicieron ofertas por adelantado.Para solventar estos problemas, Studebaker tuvo que ensamblar las piezas ella misma, pero ya era tarde porque muchas ventas se habían perdido.Solo se ensamblaron 4.643 Avantis para el momento en que Studebaker cerró la planta de South Bend.Técnicamente Studebaker sobrevivió otros dos años ensamblando unidades de los modelos Commander, Daytona y Cruiser, equipadas con motores McKinnon (GM) canadienses, pero su fama había decaído.Sin embargo, el presidente de Checker, David Markin manifestó públicamente que su compañía no estaba interesada en construir "un coche feo" como el Avanti.En ese momento el "II" había sido quitado del nombre, aunque sustancialmente el coche era el mismo, a pesar de los cambios anteriormente mencionados.La compañía de Blake se declaró en bancarrota en 1986, siendo comprada por Michael Kelly, quien mudó la producción a Youngstown, Ohio.