Existen otras disciplinas que tienen objetivos distintos, por ejemplo el drifting, donde los pilotos deben realizar derrapes espectaculares.
Así mismo, es el que mueve más dinero, involucrando a un gran número de empresas, fabricantes, deportistas, ingenieros y patrocinantes.
Los ingenieros desarrollan las últimas tecnologías en motores, aerodinámica, suspensión y neumáticos para lograr el máximo rendimiento; estos avances han beneficiado a la industria automotriz, con los neumáticos radiales y el turbocompresor, así como otros adelantos.
Cada categoría tiene su reglamento que limita las modificaciones permitidas para los motores, el chasis, la suspensión, los neumáticos, el combustible y la telemetría.
Aunque las medidas de seguridad han progresado a lo largo de las décadas, frecuentemente ocurren colisiones, incendios y otros accidentes que causan lesiones e incluso muertes a competidores y espectadores.
Los pilotos largan y compiten en simultáneo, intentando llegar lo antes posible a la meta una vez cumplido el tiempo o las vueltas previamente estipuladas.
En otros casos, no existe una única carrera final, sino dos o tres mangas.
Mientras que Champ Car corría casi siempre en trazados callejeros y autódromo, IndyCar Series recién celebró carreras fuera de óvalos en la temporada 2005.
[1] Las competiciones de rally se desarrollan por vías públicas cerradas al tránsito rodado; los participantes (piloto y copiloto) deben recorrer un camino predeterminado en el menor tiempo posible.
Cada automóvil sale con un minuto respecto del siguiente, por lo que no hay contacto visual ni físico entre ellos.
El Campeonato Mundial de Rally utiliza automóviles del segmento C con diferentes preparaciones.
En los últimos años varias marcas compiten arduamente por la victoria: Citroën, Volkswagen o Ford, entre otras.
Entre los rallys más famosos se encuentran Montecarlo, Finlandia, Suecia, Acrópolis, Córcega (Francia), el RAC (Reino Unido) o el Catalunya-Costa Daurada (España).
Debido a tener carrocería más fuerte y a ser carreras cortas (generalmente de entre media y una hora), los automóviles de turismo suelen tener más contacto físico que los monoplazas o los GT.
Durante los años 2001 a 2004 se corrió el Campeonato Europeo de Turismos (ETCC) que actualmente ha dado lugar al mundial.
Mucho más popular, sobre todo en Europa Central, es el Deutsche Tourenwagen Masters ("Master Alemán de Turismos").
BMW, Audi y Mercedes-Benz corren con sus sedanes del segmento D altamente modificados, con 1050 kg de peso total y motores V8 que rondan los 500 CV de potencia máxima.
Con tracción trasera y sin ayudas electrónicas, los pilotos demuestran sus habilidades para dominar el automóvil, tanto como para adelantar a otros rivales.
Ford y Holden (filial de General Motors) se baten en Oceanía en el V8 Supercars.
Compiten carrocerías de diversas marcas como Audi, Volkswagen, Opel, SEAT, Renault, aunque con el mismo motor reglamentado ya antes mencionado; son carreras muy entretenidas y parejas, en las que los automóviles se mantienen en el mismo segundo.
Imitando a Le Mans, se crearon en América del Norte dos categorías similares: la Grand-Am Rolex Sports Car Series y la American Le Mans Series, que luego se fusionaron en el IMSA SportsCar Championship.
Los vehículos deben soportar calor intenso, arena y viento, teniendo que poder atravesar obstáculos importantes.
El eslalon también es un ejercicio común en las escuelas de conducción deportiva, para entrenar al conductor en el control del vehículo.
Alejandro Radetic, presidente del Top Race Drifting y representante de Sud América.