Como amuleto es protector y tiene un poder específico, reforzando su carácter mágico las inscripciones que lleva en la base.
Existe una gran cantidad de escarabeos ya que formaban el ajuar funerario más frecuente junto con el ojo (Udyat) y la cruz ansata (Anj).
En el arte sumerio tuvo gran importancia la glíptica a través de los cilindros-sellos, modalidad artística típicamente mesopotámica.
Cada pieza era distinta y poseían diversas utilidades, eran usadas tanto en transacciones comerciales a la vez que portadas como amuleto.
Los sellos grabados en la Edad del Bronce griega y en Creta están relacionados con la burocracia palaciega.
[4]El material de estos sellos es generalmente serpentina u otra piedra blanda con tonos que suelen ser verdes o grises oscuros, a veces con manchas.
Los griegos y los etruscos solían llevar anillos con gemas, costumbre que fue adoptada por los romanos.