La cursiva romana se utilizó durante todo el periodo romano bajo dos modalidades que constituyen dos tipos de escritura totalmente diferentes: la cursiva más antigua (siglos I al III) formada por caracteres mayúsculos y una escritura compuesta por letras minúsculas que se desarrolla a partir del siglo III.
La antigua cursiva romana, o capital cursiva, era un tipo de escrituras especializado que se aprendía en el segundo nivel del sistema de enseñanza romano, frente a la capital que se enseñaba en el nivel elemental.
Pseudolus: Ut opinor, quaerunt litterae hae sibi liberos: alia aliam scandit.
Pseudolus: Has quidem pol credo nisi Sibylla legerit, interpretari alium posse neminem.
En mi opinión, parece que estas letras quieren tener hijos: se montan unas sobre otras.
Esta variante aparece en el siglo IV y pervivió hasta época carolingia, cuando fue definitivamente relegada por la escritura carolina.
Por su parte, la escritura semiuncial, denominada así por una versión recortada de un texto que pertenecía al obispo y posteriormente papa Hilario en el siglo V, una variante libraria de la escritura cursiva nueva, en este caso totalmente minúscula.