Comenzó trabajando con Norman Bel Geddes diseñando vestuarios y escenarios para algunos teatros de Nueva York.
En 1930 comenzó a diseñar teléfonos para la compañía Bell Telephones Laboratory.
Su estilo se caracterizó por formas esculturales y la adopción del clásico streamlining norteamericano de la segunda posguerra.
Sus diseños eran innovaciones más estilísticas, para incrementar la demanda, que en el aspecto técnico.
Su mayor legado al diseño y la ergonomía fue la profunda investigación acerca de la antropometría, y sus descubrimientos, publicados en sus libros Designing for people (1955) y The measure of man (1960).