Se denomina estilo isabelino al desarrollado en las artes decorativas —especialmente mobiliario— en España durante el reinado de Isabel II (1833-1868).
Sin características definidas, presenta varias tendencias de escasa personalidad, marcadas por una cierta degeneración del estilo Imperio.
Son muebles macizos, generalmente de estructura cúbica, con motivos ornamentales románticos, como góndolas, cisnes o dragones.
Se caracteriza por unas curvas muy acusadas, como las patas cabriolé o las cómodas de panza.
Los materiales tienden al empobrecimiento: la caoba se sustituye por el pino chapeado de caoba o palo santo; los bronces cincelados son sustituidos por chapas de latón con relieves troquelados.