Arquitectura de España
La invasión musulmana en el año 711 supuso un cambio radical en los siguientes ocho siglos y llevó a grandes avances en la cultura, incluyendo la arquitectura.El estilo colonial, que se mantuvo durante siglos, aún tiene una gran influencia en Cuba, México, Centroamérica y los países del Pacífico sudamericano.Según iba evolucionando la tipología, apareció una entrada en el corredor llamada dromos, que gradualmente fue tomando importancia hasta ser tan ancho como la cámara.Como edificios más representativos pueden relacionarse los siguientes: El Reino de Asturias aparece en 718, cuando las tribus astures, reunidas en asamblea, deciden nombrar a Don Pelayo su jefe.Tanto dicho pilar como los muros interiores están profusamente decorados con frescos representando escenas de caza y animales exóticos.Como ya se ha dicho, la identificación con lo mozárabe de construcciones en los reinos cristianos del norte peninsular es problemática.Arquitectos, artistas y artesanos llegaron desde oriente para construir ciudades como Medina Azahara, cuyo esplendor no podía ni imaginarse en los reinos europeos contemporáneos.En Toledo hay que destacar las sinagogas de Santa María la Blanca y El Tránsito, ambas mudéjares pero no cristianas.La arquitectura románica se extendió en España en la mitad norte llegando hasta el río Tajo, en plena época de Reconquista y repoblación, en especial tras la conquista de Toledo (1085) que aseguró la paz al norte del Duero y favoreció en gran medida su desarrollo.Dejó su huella especialmente en edificios religiosos (catedrales, iglesias, monasterios, claustros, ermitas…) que son los que han llegado al siglo XXI mejor o peor conservados, pero se construyeron también en este estilo monumentos civiles correspondientes a su época, aunque de estos últimos se conservan bastantes menos (puentes, palacios) y militares (murallas como las de Ávila, castillos de Pedraza y Sepúlveda y torres).En algunas zonas, hubo una verdadera fiebre constructiva, como el románico palentino del que hay más de seiscientas iglesias catalogadas.El románico segoviano se caracteriza por sus torres solemnes y por el pórtico de arquerías sobre columnas sencillas o pareadas, que cumplieron una importante función en la vida urbana medieval (San Esteban).Algunas iglesias y catedrales, en el siglo XIII, ya anuncian la transición al gótico, como las de Ciudad Rodrigo o Ávila.Es frecuente la presencia de torres altas y cuadradas, con ventanas en lo alto, que recuerdan a los minaretes musulmanes.El palacio puede ser definido como una anticipación al manierismo, debido a su dominio del lenguaje clásico y sus logros estéticos rupturistas.Según pasaban las décadas, la influencia gótica decae y la búsqueda de un clasicismo ortodoxo alcanzó niveles muy altos.Fueron construidos en el sobrio barroco internacional, a menudo confundido con el neoclásico, por los reyes borbones Felipe V y Carlos III.Aún más que en su equivalente español, el barroco americano se desarrolló como un estilo de decoración del estuco.Los postulados extremadamente intelectuales del neoclasicismo tuvieron menos éxito en España que el mucho más expresivo barroco.Los discípulos de Villanueva Antonio López Aguado e Isidro González Velázquez diseminarán el estilo por el centro del país.A finales del siglo XIX un nuevo movimiento arquitectónico surgió en Madrid: un resurgimiento de la arquitectura mudéjar, el neomudéjar, que enseguida se extendió por otras regiones.La producción masiva de hierro y vidrio durante el siglo XIX dio a los arquitectos nuevas ideas para desarrollar construcciones.Josep Lluís Sert, Fernando García Mercadal, José Manuel Aizpurúa y Joaquín Labayen entre otros, se organizaron en tres grupos regionales.[14] Otros arquitectos exploraron el estilo moderno desde puntos de vista particulares: Casto Fernández Shaw con su trabajo visionario, casi todo en papel, José Antonio Coderch, con su integración de la vivienda mediterránea y los conceptos del nuevo estilo o Luis Gutiérrez Soto, muy influenciado por tendencias expresionistas.Está caracterizada por un rechazo general al racionalismo (frecuente durante la Segunda República) y por reinterpretar de manera ecléctica los estilos históricos del imperio Español.Especialmente se basa en el herrerianismo, siendo el estilo neoherreriano la corriente principal de este periodo, y, en menor medida, el neoclasicismo villanoviano.[19] Bilbao atrajo a la Fundación Solomon R. Guggenheim para construir una nueva galería que abrió sus puertas en 1997.Consta de cinco piezas: una gran plaza abierta, una cúpula, un auditorio, una torre mirador y un edificio polivalente.En 2017 el equipo de RCR formado por Carme Pigem, Ramón Vilalta y Rafael Aranda obtienen el Premio Pritzker.[26] Debido a las grandes diferencias climáticas y topográficas del país, la arquitectura popular muestra una gran variedad.