En 1234, se declaró vasallo del poder de Córdoba, pero en 1236 Fernando III conquistó dicha ciudad y Alhamar se hizo vasallo del rey castellano, lo que le permitió conservar su independencia.
En 1238, Alhamar amplió sus dominios conquistando Granada, pero en 1246 Fernando III le arrebató Jaén para consolidar sus conquistas en el valle del Guadalquivir, lo que obligó a Alhamar a firmar el Pacto de Jaén, en el que reconocía al monarca castellano como señor de aquel territorio y quedaba obligado a pagarle parias para conseguir paces de veinte años.
De hecho, Granada fue una ciudad próspera durante la crisis del siglo XIV que asoló a Europa.
[8] A pesar de su prosperidad económica, los conflictos políticos eran constantes, y esta debilidad fue aprovechada por los cristianos, que fueron conquistando pequeños territorios al reino granadino.
[cita requerida] La capital nazarí, Granada, se convirtió en los siglos XIV y XV en una de las ciudades más prósperas de una Europa devastada por la crisis del siglo XIV.
[16] Esta difícil situación se mantuvo gracias a la diplomacia y la habilidad política de ciertos reyes nazaríes.
[16] En 1305 los nazaríes conquistaron Ceuta, aunque en 1309 los Benimerines la reconquistan gracias a la ayuda aragonesa.
La batalla del Salado en 1340 supuso un serio varapalo tanto para Nazaríes como Benimerines, pues estos nunca más volverían a intervenir en la península ibérica y, por tanto, los reyes nazaríes perdían así la ayuda militar del Norte de África.
En el reino nazarí de Granada, el estamento noble estaba formado por dos grupos: el autóctono y el foráneo.
[18] El autóctono estaba formado los antiguos terratenientes, que tenían grandes posesiones y extensos señoríos; vivían holgadamente, a veces hasta con lujo.
El foráneo lo integraban las familias nobles que se habían visto obligadas a emigrar de los territorios ocupados por los cristianos; sus miembros se veían obligados a buscar empleo en la corte y malvivían cuando no lo alcanzaban.
[18] A partir de 1264, llegan desde Tremecén al reino nazarita los primeros voluntarios capitaneados por los hermanos Abu Tabit Amir ibn Idris y Abu al-Muarrif Muhammad, por lo que se organiza otra milicia regular formada por voluntarios bereberes y exiliados marroquíes.
[18] La armada nazarita se veía obligada a enrolar mercenarios, almogávares audaces y aventureros de la mar, cuyo ideal era la piratería.
[19] Así, estas proporcionaban una gran abundancia de productos hortícolas y frutícolas destinados tanto para el mercado interior como el exterior, compensando el déficit en cereales del emirato que, en ocasiones, tenían que importar.
[20] Sus puertos se convirtieron en escalas básicas para los comerciantes, al tiempo que sus productos se abrieron a otros mercados: catalanes y, especialmente, genoveses,[21] establecieron consulados en Málaga, Almería, Adra o Almuñécar, los principales puertos del reino.
[19] Conforme avanzaba la conquista castellana, muchos andalusíes decidían huir hacia el sur de la península.
Sin embargo, tan pronto como se consolidó el reino de Granada, volvieron los judíos, traídos por los mercaderes cristianos que establecieron sus consulados en las principales poblaciones granadinas.