Yusuf I de Granada

Ni Yusuf, ni su gran visir, el cristiano renegado Abul Nuaym Ridwan, como tampoco Ozmín, general de los "defensores de la fe" africanos consiguieron hacer caer a las tropas cristianas en las varias trampas que les prepararon en la Vega, en Sierra Elvira o en los alrededores del castillo de Moclín.

Se desconocen los motivos por los que su hermano mayor Faraí no fue entronizado, probablemente por razones políticas.

Castilla obtuvo una resonante victoria y Yusuf perdió un gran botín, así como numerosos soldados.

Alfonso XI aprovechó el triunfo para conquistar Locubín y cercó Alcalá la Real, por lo que Yusuf tuvo que movilizarse hasta Moclín con un pequeño contingente, pero tras la derrota en la batalla del Salado, no pudieron hacer frente en un combate y Alcalá capituló el 30 de agosto de 1341.

Los benimerines no pudieron enviar refuerzos debido a conflictos internos y Yusuf tuvo que lidiar con el ataque.

[2]​ Una vez afianzada la paz con Castilla, Yusuf pudo centrarse en su propio reino, lo que permitió desarrollar grandes actuaciones interiores que dieron estabilidad política y prosperidad económica, social y cultural.

[2]​ Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492, sus restos fueron trasladados por Boabdil a su nueva residencia en Mondújar.

Su heredero Muhammed V y su hija Isa fueron engendrados por su esclava Butayna, mientras que Ismaíl II, Qays, Fatima, Mumina, Jadila, Sams y Zaynab fueron engendrados por su sierva Maryam.

La madraza de Granada , la primera universidad de la ciudad, fue mandada construir por el monarca.
Oratorio del Partal.