Las conquistas continúan en 1233 con la toma de Úbeda, Porcuna, Córdoba y Jaén, ciudad esta a donde trasladará su capital.Tras hacer asesinar al monarca sevillano, Muhámmad ibn Nasr sitúa como gobernante de Sevilla a su pariente Alí ben Isqalyula, quien tras solo un mes en el poder se verá obligado a huir cuando los sevillanos optan por reconocer como rey a Ibn Hud, el cual en 1235 había reconquistado Córdoba y, en 1234, había conseguido que el califa de Bagdad lo reconociera oficialmente como gobernante de todo Al-Ándalus.Esta situación cambiará cuando, en 1236, Ibn Hud rinde la ciudad de Córdoba al rey castellano Fernando III declarándole vasallaje.Los altos impuestos que se compromete a pagar al rey castellano provocan el descontento de la población y su asesinato en 1237.En ese mismo año Muhámmad I intenta la conquista de Ceuta aunque fracasará estrepitosamente al sufrir una severa derrota.Establecida en 1238 la capitalidad del reino nazarí en Granada, el emir instaló su gobierno y residencia en el palacio local 'Badis b. Habus' (reconvertido en el S. XV Dar al-Horra).