Árabe andalusí

Es único entre los dialectos al retener del árabe estándar la voz pasiva interna a través de la vocalización.

Al igual que otras variedades árabes magrebíes, la primera persona imperfecta estaba marcada con el prefijo n- (نلعب nalʻab 'yo juego') como el plural en árabe estándar, lo que necesitaba una primera persona plural imperfecta analógica, construida con el sufijo -ū (نلعبوا nalʻabū 'jugamos').

Como en otras regiones arabófonas, el dialecto local andalusí se usaba en la comunicación verbal, utilizándose solo el árabe clásico para materias elevadas o textos escritos.

Sus últimos documentos serían efectos comerciales y una carta escrita a principios del siglo XVII en Valencia.

Los topónimos, los préstamos a las lenguas románicas y otras evidencias prueban que en el árabe andalusí fue frecuente el cierre vocálico o imela por el cual una vocal /ā/ en ciertos contextos se pronuncia como /ī/ o /ē/, algunos ejemplos en el léxico común son: Igualmente se encuentran confusiones de /i/ en /a/ atribuidas a la ley de Philippi.

El contacto con las lenguas romances llevó a la introducción de los fonemas /p/, /g/ y posiblemente la africada /tʃ/ que debían aparecer en préstamos léxicos.

Doctrina cristiana en árabe andalusí por Martín Pérez de Ayala .
Lenguas del Reino de Valencia a principios del siglo XV . En blanco, las zonas arabófonas.