Lenguas como el persa, el urdu, todas las lenguas túrquicas, el wólof, el malayo, el tamazight, el albanés, el bosnio o el afrikáans, se han escrito en algún momento con caracteres árabes y algunas como el persa y urdú siguen utilizando este sistema de escritura.En 1567, Felipe II hizo publicar una Pragmática Sanción que, entre otras restricciones, prohibió el uso de la lengua árabe.Cualquier uso del idioma fue convertido en un crimen, y se dio a los moriscos tres años para aprender castellano.Aunque la mayor parte del material escrito en aljamiado es religioso, existen también novelas y relatos de diverso tipo.Los textos aljamiados, por otra parte, proporcionan una buena información sobre la pronunciación del romance, castellano y aragonés, de la época.Este idioma se conoce principalmente por las jarchas, que forman parte de textos árabes y por tanto están en aljamía.Por literatura aljamiada se entiende el conjunto de obras literarias escritas en una lengua románica peninsular con grafías del alifato árabe o alefato hebreo.Los musulmanes de habla romance conservaban el alfabeto árabe por motivos religiosos y por la valoración que el islam da a la caligrafía.[cita requerida] Aparte de eso contamos con una producción escrita sefardí aljamiada en caracteres hebreos e incluso árabes.La segunda etapa comprende todo el siglo XVI hasta 1609, en que se produce la expulsión definitiva de los moriscos españoles.Puede mencionarse por su popularidad (se han conservado seis manuscritos) una leyenda, la Historia de la doncella Carcayona.Escribió libros de religión musulmana: Tafçira, Sumario, Breve Compendio y Calendario, descubierto en 2002 por Bernabé Pons.Ramón Menéndez Pidal lo dató en el siglo XIV, y define su lengua como romance aragonés.Para no perderlas se apoyan en la escritura de estos textos en una grafía críptica para los cristianos, que intentan preservar la cultura religiosa, legal y literaria musulmana.En el ámbito pagano, sigue viva entre los moriscos la figura de Alejandro Magno, como refleja el Recontamiento del rey Alisandere.Contiene numerosos episodios sobrenaturales, como uno en el que lucha el demonio contra Aristóteles, que representa las fuerzas del bien y es ayudado por Jedr (identificado por Manuel Alvar como la potencia vital, tal vez en parcial símil del homónimo profeta coránico), en el espíritu de Alejandro Magno niño.
Cuadro de letras del alifato morisco, basado en la tabla del libro de Pablo Gil, colección de textos aljamiados, 1888.
Zaragoza
, España.