Generalmente, taqiyya es la acción de cometer un acto pecaminoso (como fingir incredulidad) con un objetivo piadoso.
La taqiyya o kitman no está recogida específicamente en el Corán, pero se basa en un versículo que libera de la ira divina al musulmán que reniega de su fe bajo coacción:
Los drusos, una creencia religiosa surgida de una rama herética del ismailismo (y que suelen autodenominarse musulmanes, aunque la mayoría de los musulmanes no los consideran como tales), practican una permanente taqiyya, cumpliendo puntualmente con los preceptos religiosos mayoritarios del lugar en el que residan.
La taqiyya no tiene correlato en el cristianismo, pero sí en la Halajá o ley judía, que permite la violación de todas las leyes en caso de persecución, salvo las relativas a la idolatría, el incesto y el asesinato.
Maimónides justificó este comportamiento entre los judíos yemenitas en su Iggereth Teiman ("Epístola a Yemen").