Las escenas se representan en tres niveles separados por trazos de color horizontales.
En Bagüés se representan escenas como la Adoración de los Reyes, donde aparece Jesús en los brazos de María, bajo una sencilla arquería, recibiendo el presente que le ofrece uno de los Magos, cubierto por un tocado; este se repite, por cierto, en la figura del sayón que vigila a Cristo Crucificado y que se interpone entre este y su Madre.
Es singular el modo de representar al Buen y el Mal Ladrón, que pasan los brazos por detrás del travesaño de la cruz y los sacan hacia adelante por el centro del propio madero, como si este fuera un cepo.
Flanqueando a estas dos figuras, unos sayones empuñan palos en alto en actitud de romperles las piernas.
Hay una escena muy conocida, ya que ejemplifica muy bien la capacidad expresiva, es la del Prendimiento, en cuya parte inferior aparece San Pedro cortándole la oreja a Malco.