Casa Milà

Cabe resaltar que en el mismo paseo de Gracia había construido Gaudí poco antes la Casa Batlló (1904-1906), y anteriormente había efectuado otras dos intervenciones hoy desaparecidas: la Farmacia Gibert (1879) y la decoración del bar Torino (1902).

También se dedicó a la política, y fue diputado por parte de Solidaridad Catalana.

Asimismo, la planta baja, en su parte exterior, fue destinada a tiendas, siendo la primera una sastrería abierta en 1928.

Además, Gaudí abandonó la dirección de la obra en 1909 por divergencias con los Milà respecto a la decoración interior.

[10]​ Para hacer frente al pago, el señor Milà tuvo que hipotecar la casa.

[14]​ Tal solución satisfizo enormemente a Gaudí, que pidió una copia de la resolución para conservarla.

Aunque la más espectacular y claramente favorita era la Casa Milà, el jurado la descartó manifestando que «a pesar de estar terminadas las fachadas, falta mucho para que esté totalmente completada, ultimada y en perfecto estado de apreciación».

[18]​ Durante la guerra civil española la Pedrera fue ocupada por el PSUC, cuyo secretario general, Joan Comorera, se instaló en el piso principal.

[19]​ La Pedrera ha sufrido diversas vicisitudes: en 1927 Rosario Segimon ordenó al constructor Josep Bayó la remodelación del interior del piso principal, y se perdió la decoración efectuada por Gaudí; en 1932 se transformaron las carboneras en tiendas, eliminando las rejas de hierro que separaban el semisótano y la calle;[nota 3]​ en 1954 la Inmobiliaria CIPSA construyó trece apartamentos en el desván, a cargo del arquitecto Francisco Juan Barba Corsini; en 1966 se transformó la planta noble en oficinas, con la firma de Leopoldo Gil Nebot; entre 1971 y 1975 se efectuó una primera restauración a cargo de José Antonio Comas de Mendoza.

Sin embargo, la fachada presenta una estructura unitaria y común a ambos edificios.

Las paredes divisorias no tienen función estructural, por lo que su diseño varía de una planta a otra.

La fachada tampoco cumple una función estructural, sino de revestimiento, por lo que su diseño y ornamentación presentan una acusada libertad creativa, con formas ondulantes que evocan el oleaje marino y generan diversas sensaciones lumínicas según la hora del día.

[25]​ El conjunto, por lo innovador, es una típica obra gaudiniana en la que las líneas geométricas son sólo rectas formando planos curvos.

[27]​ Gaudí había asignado a la Pedrera un alto simbolismo religioso: en la cornisa superior, de forma ondulada, tiene esculpidos capullos de rosa con inscripciones del Ave María en latín (Ave Gratia M plena, Dominus tecum).

[31]​ Se encuentran a menudo detalles ornamentales marinos, como los falsos techos de yeso que simulan olas de mar, así como pulpos, caracolas y flora marina.

Sin embargo, para el acceso al piso principal colocó dos grandes escalinatas, decoradas con pinturas murales.

Su estructura amplia y diáfana permite el paso de la luz con facilidad, e ilumina con profusión los vestíbulos interiores.

[43]​ Entre el sótano y la planta baja se sitúa un semisótano originalmente destinado a carboneras, pero que posteriormente fue ocupado por tiendas, para lo cual se retiraron las rejas de hierro instaladas según el proyecto de Gaudí.

Así, todas las plantas y casi todos los pisos presentan estructuras diferentes, que han ido evolucionando con el paso del tiempo: por ejemplo, el piso principal, la vivienda del matrimonio Milà, fue posteriormente una oficina, luego un bingo y actualmente es una sala de exposiciones.

En la misma columna, más abajo, se lee tot lo bé creu («todo el bien cree»), y en la o de lo aparece una concha.

[47]​ En los cielos rasos y las molduras, elaborados en yeso, Jujol realizó varios diseños abstractos o de inspiración naturalista —como ondulaciones marinas—, así como diversas figuras, símbolos e inscripciones, como la M de María, la frase encara som lliures («todavía somos libres») o varios versos de poemas y canciones populares catalanas.

[nota 10]​ A la propietaria, Rosario Segimon, no le gustaba esta decoración, por lo que la mandó tapar con yeso tras la muerte de Gaudí, en 1926.

[48]​ El resto de viviendas, destinadas a alquiler, fueron proyectas por Gaudí con el mismo esmero, por lo que cuidó hasta el último detalle e intervino en numerosos casos en elementos decorativos y mobiliario.

El arquitecto cuidó al máximo todos los detalles, especialmente puertas y ventanas, diseñadas con un estilo ornamental plenamente modernista, tal como dictaban los cánones estilísticos de la época.

[49]​ La última planta es el desván, que Gaudí concibió de forma independiente al resto del edificio, con una original estructura a la vez plástica y funcional.

En su parte exterior, este desván se sitúa unos metros más adentro que la línea de la fachada, y está surcado por dos líneas de pequeñas ventanas, las inferiores un poco más grandes que las superiores.

Salvador Dalí era un gran admirador de estas torres, con las que se fotografió en 1951.

[58]​ El edificio no respetaba ninguna norma de estilo convencional, por lo que recibió muchas críticas.

Para empezar, el nombre «La Pedrera» es de hecho un mote asignado por los ciudadanos que censuraban su heterodoxia.

[60]​ Posteriormente, fue alabada por figuras como Le Corbusier, Nikolaus Pevsner, George Collins, Roberto Pane o Alexandre Cirici.

La Casa Milà en 1911, cuando aún no se habían colocado los balcones, excepto uno de muestra en la fachada del chaflán
Alzado de la Casa Milà (1906)
Certificado de finalización de las obras de puño y letra de Gaudí: «D. Antonio Gaudí y Cornet, arquitecto, residente en esta ciudad. Certifico: que bajo mis planos y dirección se ha construido la casa sita en el paseo de Gracia n o 92 y calle de Provenza n os 261, 263, 265 y 267 en esta ciudad (Gracia) y propiedad de Dña. Rosario Segimon y Artells, y ha quedado en disposición de ser alquilada en el día de la fecha. Para que conste donde convenga, firmo la presente en Barcelona a veintiuno de octubre de mil novecientos doce. Antoni Gaudí y Cornet»
La Casa Milà en obras
Sección de la Casa Milà, de la mano de Gaudí (1906)
Fragmento del alzado de la Casa Milà presentado por Gaudí en el ayuntamiento en 1906. En este dibujo aparece el proyecto escultórico de la Virgen del Rosario en un edículo rematando la fachada del edificio. Sin embargo, posteriormente se pensó en una figura exenta que coronaría el edificio, proyecto esbozado por Carles Mani que finalmente no se llevó a cabo
Fachada de la Casa Milà
La Casa Milà en una foto publicada en Revista Nova , Barcelona (23 de mayo de 1914)
Interior
Planta del sótano
Planta del tercer piso
Azotea