Catedral Vieja de Salamanca

Fundada por el obispo Jerónimo de Perigord, se empezó a construir en el primer tercio del siglo XII y se terminó a finales del siglo XIV, en estilo románico y gótico.

Se terminó gracias al impulso que dio a las obras el obispo Alfonso Barasaque.

Era esta una época en la cual el románico estaba dejando paso al gótico, algo que es apreciable en la diferencia existente entre los pilares y los arranques de las bóvedas de crucería, ya que no existe continuidad constructiva entre ellos, al ser ideados los primeros para soportar una bóveda de cañón, finalizándose esta catedral en 1236.

Poco queda de la fachada original, tapada por otra del siglo XVIII (11 en la planta).

Las obras principales corresponden al artista Italiano Daniel Delli, más conocido como Dello Delli, a él corresponden las 12 primeras tablas, que son sin duda las que mayor calidad tienen.

La mano derecha de Jesús se encuentra entre la bendición y la amenaza, la mano izquierda se la lleva al pecho con intención de abrirse la herida del costado y enseñarla a todo el mundo.

No obstante, el nombre del Santo sí pudo darse a una iglesia románica que con un esquema similar a la Catedral, aunque más pequeña, se construyó extramuros, donde luego se haría la Plaza Mayor (que por eso, al principio llevó el nombre de plaza de San Martín).

Justo antes de entrar en la Capilla y descubierta hace poco tiempo aparece un gran pintura sobre la pared del templo donde San Martín se encuentra compartiendo su capa.

Frente a este, otro sepulcro alberga los restos del fundador de la Capilla, Pedro Pérez, fallecido en 1262.

En sus lados oriental y meridional hay una serie de capillas que se detallan a continuación.

Fue fundada por el obispo Juan Lucero en 1334, cuya tumba está en el centro, y está decorada con un pequeño retablo que incluye pinturas que representan escenas de la muerte y pasión de Cristo y una imagen de la Santa titular, esta última realizada en el siglo XVI.

A partir de cierto momento (quizá a comienzos del siglo XVII), para celebrar la fiesta el doctorando debía ofrecer un toro a sus compañeros que, previamente toreado y estoqueado, servía para la comida de celebración (lo que hacía que conseguir un doctorado solamente estuviera al alcance de gente con posibles).

Si el estudiante no superaba el examen, salía por otra puerta, conocida como la "puerta de los carros" (13), una estrecha comunicación con la calle de Tentenecio donde no había ni amigos ni fiesta.

Al desmontarlo salió a la luz un antiguo retablo con pinturas góticas que representaban la vida de santa Bárbara.

Ello junto al detallismo y el realismo con que están pintadas las obras las hace reconocibles en este autor.

No hay más que mirar la tabla de la derecha donde aparece un verdugo cortando la cabeza de la Santa, pero tan reciente es el tajo que la cabeza todavía se encuentra a medio caer.

Posteriormente fue ampliada y reformada en el XV para instalar en ella la biblioteca capitular.

Con la reestructuración del Museo Catedralicio en las Salas Capitulares, el espacio quedó liberado para su restauración integral en 2018, tras la que ha sumado a su carácter patrimonial el uso como sala para la celebración de actividades culturales como conferencias y conciertos.

Está realizado en alabastro, posiblemente por un maestro alemán; está rodeado por una bellísima reja (que impide parcialmente la visión del sepulcro) también realizada en el siglo XVI, llena de decoración y con constantes alusiones a la muerte.

[4]​ La casa se utilizó también como vivienda para miembros del cabildo catedralicio hasta que cayó en desuso y llegó a estar en estado ruinoso.

La torre del Gallo es el elemento que más destaca desde el exterior
Interior de la torre del Gallo
Sepulcros y pinturas murales en el brazo sur del crucero
Pinturas murales en el interior de la Capilla de San Martín
Vista del claustro y de la torre de las Campanas
Pendón de los Comuneros de Castilla, que se encuentra en la Capilla de Talavera.
Capilla de Santa Bárbara con el sepulcro del Obispo Lucero
Retablos de la capilla
El retablo de Santa Catalina, de Fernando Gallego , es una de las obras más destacadas del Museo Catedralicio ubicado en las Salas Capitulares
Capilla de Santa Catalina, antes de su restauración en el 2018.
Capilla de los Anaya