Algunos autores ven en el hórreo una prolongación del palafito,[13] mientras que para otros es una dependencia doméstica segregada de la casa.Esto hace a suponer que la introducción del maíz se hizo en cada lugar al mismo tiempo y por acuerdo conjunto de los vecinos.[18] El maíz es un cereal que tiene su origen en las zonas tropicales y subtropicales del continente americano.Las mazorcas se recogen con un grado de humedad todavía elevado, por lo que para conservarlo es imprescindible secarlo y mantenerlo a temperatura controlada.Por ese motivo se almacenan las mazorcas enteras, sin desgranar, para facilitar el paso del aire entre ellas.Las tablas van separadas por intervalos en los que las mazorcas van colocadas paralelamente y con la parte más estrecha hacia adentro.Cuando el hórreo es muy ancho los tabiques son longitudinales y dejan entre ellos un espacio central de acceso.[12] Cuando un tornarratos cubre a la vez una pareja de columnas, solución abundante en Orense y Portugal, se le denomina mesa.[12] Los muros transversales (cepas) se emplean en las zonas en las que el granito está muy diaclasado.En el occidente asturiano los muros transversales suelen tener una gran altura, por la necesidad de elevar la cámara hasta conseguir una buena ventilación.En estos casos es habitual que el espacio entre los muros transversales se aproveche para alojar un granero que mantiene su cubierta alejada del suelo del hórreo para no perjudicar la ventilación inferior.[20] Como norma general los elementos que resuelven el acceso a la cámara del hórreo no deben permitir la entrada de animales.Su apertura es siempre exterior y con frecuencia tiene un umbral prominente que ayuda a contener el grano dentro de la cámara.Son más frecuentes en Portugal, al sur del río Duero, o en algunos hórreos gallegos construidos por canteros portugueses.Este esquema constructivo básico tiene muchas variantes según las zonas, las técnicas y los materiales empleados.Las paredes permiten la ventilación por todos los costados y la estructura se protege de la lluvia con un tejado de teja a dos aguas que se adorna en los dos extremos con cruces y otras formas en piedra.[6] La cámara combina la madera y la piedra en diferente proporción, con la singular particularidad de que el catálogo de partes que la componen se mantiene, con independencia del material, aunque adaptando su despiece y sus proporciones.En la mayoría de los casos es a dos aguas, salvo en algunas zonas del norte, donde puede tener cuatro, y más raramente tres.El caballete o cumbrera central (cumieira) descansa sobre las corvas, que van sobre las columnas de las cabeceras.El primer tipo empleado se supone que sería muy semejante al actual hórreo de varas, un granero-cesto vegetal transportable y ligero.Las etapas posteriores de esta evolución serían las siguientes:[12] En este proceso evolutivo el hórreo conservó siempre sus características morfoestructurales y su función, con una progresiva especialización orientada al cultivo del maíz.Como variante característica se detectan subtipos en los que está acentuada la dimensión vertical o bien la transversal.Llama la atención el empleo de paredes inclinadas y sección trapezoidal como soluciones características.En la zona costera de Galicia, especialmente en la más meridional, se presenta otra variante tipológica escasamente difundida y poco desarrollada, conocida como hórrea, y que equivale aproximadamente a lo que en el área eo-naviega se llama cabazón.Difiere del hórreo en su mayor tamaño y capacidad, dadas sobre todo por el aumento de la crujía.Esta solución se extiende por toda Galicia, pero es en el norte lugués y en el occidente asturiano donde encontramos una variante que viene a explorar la eficiencia de esta compactación de usos auxiliares.En Asturias aparecen soluciones análogas consistentes en la hibridación de un hórreo tipo asturiano con dos tipo gallego que se arriman a aquel por sus caras más largas, dando origen a dos cámaras de secado cerradas en los extremos del corredor.Por lo general las agrupaciones invaden terrenos comunales que antaño tuvieron un uso productivo, posteriormente desplazado, aproximando el espacio de almacenaje del grano al de la paja y al lugar en el que se maja.No introduce mayor novedad, sin aportar herramientas de financiación ni divulgación efectivas encaminadas a la conservación del patrimonio.[28][29] En pocas décadas ha pasado de ser una equipación indispensable en toda casa labriega a caer en el desuso.