Basílica de Santa María la Real (Covadonga)

El empuje definitivo para la construcción no llegó hasta un siglo después y sería el rey Alfonso XII el que se interesase en la conclusión de esta obra.La fachada principal llama la atención por las esbeltas agujas que rematan las torres y la presencia de óculos.El acceso se forma por un pórtico adelantado a la nave, con tres arcadas de medio punto y rematadas por un pretil.En todo el edificio destaca la tonalidad rosácea por el tipo de piedra caliza que contrasta con el verde del paisaje.En el interior, destaca la imagen de Nuestra Señora, que recibe culto en el altar mayor, obra del escultor decimonónico Juan Samsó.
Nave principal del templo
Explanada frente a la basílica