Virgen de Covadonga

La actual talla data del siglo XVI y fue donada al Santuario por la Catedral de Oviedo en 1778.

No obstante ésta se encuentra guardada y la expuesta en la cueva es una réplica exacta de 1970 en madera y poliéster, evitando así el deterioro de la talla original pues la cueva está a la intemperie.

Se encuentra cubierta de vestiduras y manto aunque fue concebida para mostrarse sin el ropaje y el manto está pintado sobre la madera en un color azul verdoso adornado con flores rojas.

La capa es de color rojizo con los bordes dorados, así como el cinturón y los bajos del faldón tallados en la escultura.

La Virgen sostiene al Niño Jesús en su mano izquierda (colocado en 1704) y en la derecha sujeta una rosa de oro.

A lo largo del tiempo la imagen ha sido objeto de restauraciones y modificaciones.

Cuando tras el reconocomiento del Gobierno francés las nuevas autoridades se hicieron cargo de ella, el doctor Pedro Abadal la encontró en el desván.

Tras comunicar el hallazgo, el mismo trasladó la imagen en su coche cerrado hasta la frontera con España.

El mismo entusiasmo suscitó la Santa Imagen en San Sebastián, Loyola, Mondragón, Vitoria, Valladolid y León.

Pasó nueve días en la Catedral de Oviedo, visitó Gijón, Avilés y varios pueblos hasta que por fin llegó a Covadonga donde con gran entusiasmo se entronizaría.

[5]​ Estrofa I (himno por antonomasia) Bendita la Reina de nuestra montaña, que tiene por trono la cuna de España y brilla en la altura más bella que el sol.

Santa Cueva
La Santina en el interior de la gruta