La Virgen de Candelaria es conocida como el "tesoro más grande" del archipiélago canario.
Pero al querer ejecutar la acción, el brazo se le quedó yerto y sin movimiento.
Asustados, huyeron los dos pastores a Chinguaro, la cueva-palacio del mencey Acaymo, para referirle lo acontecido.
El mencey decidió que fuesen los mismos dos pastores ya heridos quienes la recogieran para llevarla a su cueva.
La llevaron a una cueva cerca de la morada del mencey, hoy convertida en capilla.
Más tarde un joven llamado Antón Guanche, que había sido tomado como esclavo por los castellanos y había logrado escapar y regresar a su isla, reconoció en la imagen milagrosa a la Virgen María.
Pero Antón aún conserva recuerdos de su infancia identificando su propia patria y aprovechando la ocasión que se le presenta decide regresar a su antiguo hogar.
Permaneció escondido hasta que el velero se retira de la Isla con sus arboladuras hinchadas por la brisa del atardecer.
Allí se queda en la soledad del Valle de Güímar vestido con ropas extrañas aunque ha practicado su idioma con otros cautivos y ello le servirá para ser reconocido.
Inmediatamente que tuvo ante sí la estatua la identificó con la Virgen y este hecho hizo correr la noticia por toda la Isla y una inmensa muchedumbre guanche se congregó en Candelaria proveniente de los más diversos rincones de Tenerife.
Era costumbre traer algún presente en la visita a otros parientes o amigos y en este caso se reunió un enorme rebaño que los guanches regalaron a Guayaserax o Chaxiraxi en testimonio de su devoción.
En 1526 se edificó el santuario por los muchos prodigios que Dios obraba por Nuestra Señora de la Candelaria.
[15] El culto a la Virgen de Candelaria tuvo desde éstos primeros tiempos tras la colonización una grandísima difusión por todas las islas del archipiélago, culto difundido sobre todo por la Orden Dominica, que aún en la actualidad custodia su Santuario.
Ya desde esta época comienzan a construirse en todas las islas del archipiélago iglesias y ermitas bajo la advocación de "La Candelaria".
Llegó a tener tal auge esta devoción entre todos los canarios desde estos primeros tiempos que de hecho en la isla de Gran Canaria, concretamente en Teror (lugar en donde se venera a la Virgen del Pino) existió una Cofradía de La Candelaria, fundada por el fraile Dominico, fray Lorenzo del Prado probablemente en el último tercio del siglo XVI.
Esta nueva iglesia era un templo amplio, de tres naves y con un imponente retablo en el altar mayor.
Después de una búsqueda infructuosa se decidió encargar una nueva talla que sustituyera a la desaparecida.
[18][19] En esta bula el papa concede para las Islas Canarias el rezo con rito de primera clase y octava, así como a sus capellanes la facultad para que rezaran con octava en todas las fiestas de la Virgen.
Sus cualidades artísticas y el reconocimiento del sentir del pueblo hacia la Patrona de Canarias le hicieron concebir una imagen ligeramente distinta, original, perfecta dentro del estilo neoclásico (con formas realistas y barrocas) que, en un primer momento (empezó a hacerla en agosto de 1827), confundió a los fieles, si bien pronto sería igualmente venerada.
Sí sigue el estilo en los ropajes, con predominio constante de azules, blancos y dorados; además se han encontrado imágenes medievales que también presentan telas encoladas pintadas.
En esta imagen, se puede observar la antigua escultura revestida con ricos brocados y ataviada con rostrillo.
En él aparece la Virgen con un manto azul celeste y la media luna de plata a sus pies.
Se han escrito varios libros que tratan o mencionan a la Virgen de Candelaria entre ellos: Fue concebida para dejar constancia escrita del origen y los milagros de la popular virgen morena.
Así, a la vez que perpetuaba la grandeza de su estimada imagen, lo hacía también con el no menos interesante pasado isleño.
En dos ocasiones lo ha utilizado también para sus traslados o visitas a Santa Cruz de Tenerife, concretamente en 1994 y 2002.
Candelaria, pueblo venturoso, relicario de tu imagen santa, horno y centro del amor isleño, Existe otro himno más reciente cuya letra es de Manuel Perdomo Alfonso: de las islas Patrona preferida; beso suave del sol que el rostro quema y en el cielo canario estrella unida!
[59] Muchos milagros relacionados con el mar fueron atribuidos a la Candelaria, así el fraile dominico Fray Alonso de Espinosa escribió «son tantos los milagros que esta Señora hace por los mareantes, que de solos ellos se pudiera hacer larga historia [...] Que navegando navíos con grandes tempestades y llamando a Nuestra Señora de Candelaria, han sido por ella socorridos visiblemente, viéndola en el mástil mayor o en la popa de los navíos».
Pero será con la notable migración canaria acaecida en todos los confines de Venezuela, Colombia y Latinoamérica desde el último tercio del siglo XVII, en la que un considerable número de familias de ese origen se desplazan a esas tierras cuando estos nuevos colonos difundirán por todos los lugares que se asientan el culto a su Patrona.
Fuera cual fuere el motivo, la mayoría de estas peregrinaciones consistián en trasladar a la Virgen a la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, capital del archipiélago en aquella época, posteriormente se rezaba una novena y diversos ritos para pedir el bien por el que la Virgen había peregrinado a la ciudad.
Este transporte para grandes recorridos tiene una urna de metacrilato que protege la imagen.