La Virgen María está representada de pie mirando al frente, con la pierna izquierda ligeramente adelantada dejando ver el zapato.
[3] La imagen tiene el pelo dorado que le cae por la espalda a modo de rayos solares.
Está vestida con túnica roja con detalles floreados y manto azul con estrellas doradas en relieve.
Al igual que sucedía con la imagen original, presenta inscripciones en diversas partes de su cuerpo que nunca han podido ser descifradas y ha dado lugar a numerosos estudios y publicaciones.
Posteriormente el afamado escultor Fernando Estévez realizó la imagen actual que se venera hoy en día en la citada basílica de Candelaria.