La basílica está consagrada a Nuestra Señora la Virgen de la Candelaria (Patrona de las Islas Canarias)[1] cuya imagen original fue hallada en 1390 por dos pastores aborígenes guanches.
Es una basílica blanca y grandiosa de estilo neoclásico, donde los canarios católicos rezan a esta virgen por la que sienten gran devoción.
La Virgen de Candelaria es una virgen negra lo que le ha dado el apelativo popular de "La Morenita", la imagen se encuentra en lo alto del altar-camarín, a donde pueden acceder los fieles varias veces al día cuando acaban las misas.
En un lateral del interior de esta basílica hay una estancia donde aparecen las siete Islas Canarias colocadas en una pared, y frases históricas que recuerdan la aparición de la virgen y el año en que fue nombrada Patrona de Canarias, en esta habitación los fieles encienden velas y depositan flores a la sagrada imagen de la "Morenita" como se la llama cariñosamente en Canarias.
En la basílica también destacan los murales de ángeles que adornan el altar mayor y los cuadros exvotos que se encuentran en los laterales de la basílica.
Esta cueva fue además utilizada hasta el siglo XVI como lugar de enterramiento para los fieles cristianos que querían ser enterrados junto a la Virgen de Candelaria.
Actualmente, este Santuario Mariano atrae no sólo a peregrinos y devotos católicos, sino también de otras religiones.
Así, el primer gran santuario en honor a la virgen morenita fue impulsado por el obispo de Canarias, Bartolomé García Ximénez Rabadán en 1668 y concluido en 1672.
Entonces se reanudaron las obras, pero en la parte alta del risco de La Magdalena.
Sin embargo las obras de construcción del actual templo se pospusieron en diversas ocasiones y por diversas razones: por la crisis económica de 1931 tras la proclamación de la Segunda República y más tarde por la Segunda Guerra Mundial y por la guerra civil española.
Finalmente 12 años después, en 1948, el obispo Monseñor Don Domingo Pérez Cáceres promovió la construcción de un gran templo encargando las obras al arquitecto tinerfeño José Enrique Marrero Regalado y promoviendo la implicación de la sociedad y de las autoridades para culminar esta obra.
En 1949 la basílica comenzó a construirse, la dirección facultativa se unió al sentir popular de realizar donaciones y limosnas que sirvieran para sufragar los gastos de la construcción del ansiado santuario.
Además donativos llegaron desde todas las islas del archipiélago, la basílica tardaría prácticamente una década en acabarse.
En 1989 se procedió a la pintura y acabado exterior de la basílica.
El Papa Benedicto XVI emitió una bendición apostólica a los Dominicos de Candelaria en la que felicitaba a todos los canarios por el aniversario de la basílica, refiriéndose a la Virgen de Candelaria como Patrona General del Archipiélago Canario.
Su apariencia arquitectónica exterior es muy similar a otros templos construidos en España en la misma época, tales como la Basílica de La Macarena en Sevilla o la Ermita de El Rocío en Almonte.
Con la concesión de este título a la Basílica de Candelaria, le corresponden unos "derechos y concesiones litúrgicas", además de méritos para alcanzar la indulgencia plenaria: confesar, comulgar, rezar el padrenuestro y el credo, así como orar por las intenciones del Papa.
Sobresale su cuerpo central de forma triangular rematado en cruz latina.
Entre las pilastras se encuentra un arco peraltado cuya clave está adornada por un medallón con un relieve vegetal en el centro, siguiéndole un rosetón en forma de conchas en relieve con una vidriera con un tema alusivo a la Virginidad de María.
En la fachada lateral, que da a la Plaza, el paramento está recorrido por zócalos de piedra, dividido en tres secciones separada por pilastras del mismo material, rematados por pináculos pareados dobles y tres ventanas.
La techumbre imita al estilo mudéjar y muestra tales caracteres simbólicos en su policromía.
En el interior, en un segundo vestíbulo realizado en 1974, se halla un pequeño museo con donaciones a la Virgen.
Lo corona como eje central el Espíritu Santo en forma de paloma, 19 figuras en actitud piadosa suplican su clemencia, entre las que se encuentran hombres, mujeres y niños.
Sus murales muestran una estética propagandística de un simbolismo grandilocuente con ribetes expresionistas.
Junto a la basílica y hacia el mar se localiza el Convento dominico, restaurado hacia los años 60 del siglo XX en estilo neocanario y articulado en torno a un claustro de planta cuadrada.
En la planta alta se ubican las habitaciones de los religiosos, el oratorio, la biblioteca, cocina y comedor.
A su lado se encuentra el campanario de la basílica, como símbolo identificativo del Santuario.
En este lugar se encuentra la custodia del Santísimo Sacramento.
Los peregrinos por lo general suelen llegar a altas horas de la madrugada y pasan toda la noche por los alrededores del templo.
Durante toda la noche se celebran varias misas en la basílica, para al amanecer, empezar los actos principales del día de la patrona.