Colegiata de Santa María (Arbas del Puerto)

Esta zona se llamaba antiguamente Montes Ervaseos, voz que deriva del latín arvum con el significado de campiña.[1]​ Su origen fue un hospital para los peregrinos que iban camino de Oviedo cuya fundación se atribuye al conde leonés Fruela Díaz y su esposa Estefanía Sánchez.[2]​ El hospital y la pequeña capilla se construyeron junto a un manantial del río Bernesga.Con todos estos aconteceres empezó a producirse la decadencia monacal que aumentó con la moda del absentismo –los abades ya no dormían dentro de la clausura y gobernaban el monasterio incluso sin pisarlo– y la mala administración de los beneficios.Con el paso del tiempo el hospital fue perdiendo vida y quedó únicamente la iglesia como parroquia de la localidad.A mediados del siglo XX el arquitecto Luis Menéndez-Pidal y Álvarez se encargó de su restauración.Los reyes leoneses dieron un total apoyo a este complejo y tanto Alfonso VII como Fernando II confirmaron el estado de Patronato Real.El rey Alfonso IX solía hospedarse aquí y por entonces se renovó el edificio cuya apariencia puede verse en la actualidad.Otra donación importante fue la de Alfonso VII que regaló a los monjes en 1151 el monte llamado Castro Nigro.El lugar fue promocionado por los canónigos, que concedían carta puebla a quienes lo habitaran, dándole el nombre nuevo de Población.Pertenece al estilo tardorrománico y constituye uno de los mejores ejemplares que se encuentran en la actual provincia de León, aunque a juzgar por su decoración está más cerca del románico asturiano que del románico leonés.Tiene bóveda de crucería y sus nervios están compuestos por tres boceles que descansan sobre ménsulas; la clave tiene labrado un Agnus Dei encastrado en una flor.[9]​ La capilla mayor está situada al fondo del hemiciclo; resalta en altura sobre un zócalo.En la nave norte hay un arcosolio con el sepulcro del arquitecto Luis Menéndez-Pidal y Álvarez, restaurador de esta colegiata, muerto en 1975, con una inscripción que dice:[9]​En el exterior adornan el edificio una serie de canecillos en los aleros del ábside representando figuras humanas y de animales, todo muy bien labrado y bien conservado; en el muro sur los canecillos son más simples, predominando la talla geométrica.[11]​ La iglesia tiene dos portadas románicas visibles y tuvo una tercera en el muro norte de la que solo queda algún vestigio.La portada principal, que se sitúa en el lado meridional, está protegida por un pórtico del siglo XVIII, y se compone de arco de medio punto, con tres arquivoltas, alzándose sobre un zócalo escalonado; el primer escalón está decorado con bolas y el segundo con bezantes.La tercera lleva decoración de figuras: cabeza humana con boca abierta, tres animales cuadrúpedos, otra cabeza, un personaje tumbado vestido con ropa talar, un libro en la mano izquierda y una paloma en la derecha, otro personaje que sostiene una cruz, un ave, una cabeza de pájaro en la clave, otro personaje con larga túnica, dos aves enfrentadas que picotean un pez, una rana entre dos largas serpientes, un león y una serpiente que muerde a otro león.
Vista general del edificio durante las obras de 2007
Portada principal en el sur