También está mandado, según la Regla de San Benito, que los monjes se reúnan a diario en un encuentro para hablar sobre los asuntos del monasterio, escuchen un sermón o una lectura, o para recibir instrucciones de parte del abad.
(“colegiata” se refiere al “colegio” o comunidad de canónigos a quienes ha sido confiada una iglesia).
En este sentido, un capítulo es una asociación de clérigos de una iglesia determinada, que forman una persona moral cuyos miembros reciben el apelativo de “canónigos” e, instituidos por la autoridad eclesiástica, tienen como objetivo la promoción y solemnización del culto divino en una iglesia determinada formando un coro.
[3] Entre los religiosos en la actualidad, un capítulo es la asamblea de aquellos que han sido legítimamente convocados para tratar sobre los intereses y los negocios comunes.
Las normas emanadas por un capítulo permanecen en vigor, si no han recibido una confirmación o mandato de la Santa Sede, solo hasta el capítulo sucesivo, el cual puede confirmarlas, modificarlas o derogarlas.