No contiene elementos doctrinales ni teológicos, sino una preocupación por establecer la disciplina y el orden en la vida del cenobio.
Al ser la primera regla monástica, al menos conocida, es importante para la historia de la Vida consagrada, por el papel del superior, personaje del que también por primera vez se habla en un texto legislativo de ese carácter.
Las comidas y algunos momentos litúrgicos se deben realizar en comunidad, sin embargo, si querían vivir en extremo el eremistimo, se les lleva su comida a sus celdas y aislaban del resto de la comunidad.
Por lo demás, establece ejercicios de contemplación, prácticas ascéticas, oración y trabajo manual.
[3] El monacato pacomiano se difundió rápidamente por Egipto y su estilo de vida, basado en la Regla de Pacomio, influyó en gran manera en las nuevas organizaciones monásticas surgidas en Palestina, Siria,[4] y Etiopía.