Su estilo personal ha influido en la obra de arquitectos modernos como Antonio Palacios.
[1][2] Trabajó en sus primeros años junto a su padre, con el que colaboró en obras como la catedral de Valladolid en 1527.
Su importancia, sin embargo, se debe en mayor medida a la arquitectura civil.
Realizó el palacio de Monterrey de Salamanca, con soberbia fachada plateresca en la que se intensifica el ornamento escultórico en los cuerpos superiores rematados en crestería.
En 1556 proyecta el edificio del Colegio Trilingüe de Salamanca (hoy desaparecido), con traza mucho más renacentista.