Guareña (Badajoz)

La u de ue sufre una metátesis, convirtiendo la primera sílaba en ua, resultando Guareña.

El término municipal está atravesado por la autovía del Suroeste, entre los pK 312 y 323, así como por la carretera N-430, que une Badajoz con Ciudad Real, y por la carretera autonómica EX-105, que la comunican con Don Benito y Almendralejo, esta última es la única de las mencionadas que pasa por el núcleo urbano.

El pueblo se alza a 285 m sobre el nivel del mar.

Posteriormente fue ocupada por los musulmanes, hasta que en el siglo XIII aparece ya con la denominación actual.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura.

En el siglo XX la población de Guareña alcanzaría su techo demográfico, llegando a tener 10 323 habitantes en 1962, gracias a unas condiciones de vida y unos avances y mejoras en la medicina general que provocaron una gran expansión de población joven.

Pero, en las décadas posteriores, la gran emigración que afectó a numerosas regiones de España como Extremadura dejaron huella también en Guareña, donde la población disminuyó considerablemente, bajando a 7787 habitantes en 1986 o 7395 habitantes en 1996.

En la década de los 90 y la primera década del siglo XXI se atisba un ligero repunte en la población, debido a la ligera inmigración nacional e internacional que sufre la región.

Este sector ha experimentado cambios significativos en el aprovechamiento de la superficie, sumando a las tierras puestas en riego entre 1960 y 1986, las que actualmente se encuentran en proceso de parcelación debido al nuevo canal de riego que recorre la comarca.

La ganadería también adquiere su importancia dentro del sector agrario aunque no en la misma medida que la agricultura.

El segundo cuartel, “cruz floreada acompañada arriba y debajo de dos medias lunas ranversadas en oro”, se debe a la "Crónica de Alfonso Onceno”, donde se explica la participación y comportamiento de la villa de Guareña en la Batalla del Salado (1340) ayudando al monarca castellano Alfonso XI de Castilla, quién concedió a Guareña las armas que conmemoran la victoria cristiana sobre el poder musulmán, representado con las dos medias lunas.

Perduran aún las casonas de labradores de los siglos XVI y XVIII, con los vanos enmarcados por sólidas piezas graníticas, y piedras armeras en la fachada.

Ayuntamiento de Guareña
Iglesia parroquial de Santa María
Retablo de la iglesia